DINGHAI FUSHENG

Capítulo 58: Mariposa ligera

—No es necesariamente la misma persona —dijo Chen Xing, paseando por la habitación. —¿Quizás es solo alguien con el mismo nombre? Xiang Shu...

Xiang Shu estaba muy inquieto. Inconscientemente arrugó el pergamino en su mano mientras su frente se llenaba de sudor. Si su madre era alguien de hace 300 años, ¡¿Entonces qué era él?! Las dos personas se miraron. Chen Xing vio la mirada inquieta en los ojos de Xiang Shu; había mencionado la posibilidad de que hubiera dos personas con el mismo nombre como una forma de calmar a Xiang Shu, pero ambos sabían que esa persona muy bien podría ser la madre de Xiang Shu.

La huella en el Espejo Yin Yang, los orígenes del deslizamiento de bambú con respecto a la Espada Acala, el destino de la Perla Dinghai, todos estos acertijos aparentemente no relacionados se conectaron finalmente en este momento con éxito, a través del personaje de una reconocida mujer exorcista Han.

¡Y esta mujer, era muy probable que fuera la madre de Xiang Shu!

—¿Hay alguien aquí? —preguntó la voz de Feng Qianjun.

Xiang Shu y Chen Xing se sorprendieron por esto y simultáneamente soltaron fuertes gritos.

Feng Qianjun también comenzó a gritar salvajemente afuera, y mientras los tres gritaban salvajemente, Xiao Shan los miró con calma.

Alrededor de la medianoche, Feng Qianjun y Xiao Shan habían ido a buscar a sus compañeros desaparecidos. Primero Chen Xing se había ido con ese joven, luego Xiang Shu también se había ido, pero los dos nunca habían regresado. Feng Qianjun se quedó con Xiao Shan en la habitación, los dos participaron en un concurso de miradas. No importa lo que preguntó Feng Qianjun, Xiao Shan lo ignoró. La atmósfera dentro de esta gran mansión también era bastante espeluznante. Le recordó a Feng Qianjun una historia de fantasmas que había escuchado de un anciano cuando era joven: Mientras la tormenta estallaba fuera de la habitación prestada, los compañeros de confianza desaparecían uno tras otro. Las similitudes lo hacían realmente aterrador.

—¡No asustes a la gente! —Dijo Chen Xing.

—¡Fueron ustedes dos asustando a la gente, está bien! —Feng Qianjun respondió enojado. —¡Dejándonos por tanto tiempo, la medianoche ha pasado hace mucho y ustedes dos todavía no habían regresado!

Xiao Shan entró en la habitación y miró a su alrededor con curiosidad. Chen Xing respiró rápidamente. La expresión de Xiang Shu no podía verse más fea de lo que ya era. Feng Qianjun preguntó: —¿Qué encontraron? ¿Déjame ver?

Chen Xing le explicó los eventos a Feng Qianjun. Cuando habló de la identidad de Xiang Yuyan, originalmente quería conectarla con la de Xiang Shu, pero no lo hizo y decidió tragarlo, pero Xiang Shu lo reveló en su lugar.

—Ella es mi madre.

Feng Qianjun también entendió la imposibilidad de esa declaración y dijo temblorosamente: —¿Tu madre vivió hasta que cumplió los 300 años? Vaya, esto... esto es muy increíble. ¿Pueden los exorcistas vivir tanto tiempo?

Las leyendas hablaban de cultivadores que realmente habían vivido hasta los doscientos o trescientos años de edad, o aquellos que tenían una esperanza de vida equivalente a la de los cielos y la tierra[1] pero las leyendas eran solo eso: leyendas. Nadie había visto a alguien así, y usar esto como explicación apenas tenía sentido.

Xiang Shu recordó sus recuerdos de su madre y dijo: —Ella no parecía una persona de 300 años.

Las personas que habían vivido tanto tiempo definitivamente tendrían diferencias entre su temperamento interno y su apariencia externa. Por ejemplo, una persona de 80 años, incluso si tuviera las características de una de 20, a través de sus palabras y acciones, demostraría que es mucho mayor de lo que parece.