Capítulo 16 Cuando La Amistad Se Tambalea

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NARRADOR (V.O.)

Daniel abrió los ojos. Estaba empapado de sudor frío de pies a la cabeza, las sábanas se enrollaron alrededor de su cuerpo como una camisa de fuerza, y sentía un intenso dolor en el pecho, como si le estuvieran poniendo un atizador al rojo vivo. Se sujetó el pecho con ambas manos; el dolor disminuía... Giró hacia un lado y vomitó desde el borde del colchón. Luego tuvo la necesidad de ir al baño. Respiró hondo con la boca abierta y se incorporó en la cama. Esperaba no vomitar otra vez; el dolor casi no lo dejaba ver. Encendió la luz que tenía a su lado y se levantó de la cama; cruzó el vestíbulo y abrió la puerta del baño para mirarse en el espejo del lavamanos. Un muchacho de veinte años le devolvió la mirada con una expresión de desconcierto en los brillantes ojos marrones, que relucían bajo su desordenado pelo. Abrió el grifo del agua y se mojó la cara. Examinó más de cerca el pecho. Parecía normal y estaba a punto de regresar a la cama cuando algo llamó su atención.

 Parecía normal y estaba a punto de regresar a la cama cuando algo llamó su atención

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Se llevó una mano para examinarse los dientes. Le había crecido el diente que le faltaba, pero era un colmillo largo y afilado que se asomaba con determinación en su encía. Al pincharse con el dedo, este sangró un poco. Tuvo que llevarse las manos a la boca para no gritar. El corazón le latía furiosamente. Había visto a un muchacho idéntico a él, pero con colmillos, sin embargo, la habitación estaba vacía. Respirando con dificultad, se miró de nuevo al espejo. Y, lentamente, fue observando una marca oscura que adornaba el lado izquierdo de su rostro. Daniel miró por encima del hombro, pero no había nadie allí. ¿Qué le estaba pasando? ¿Y si esos colmillos (hizo un enorme esfuerzo para no pensar "mis colmillos") fueran venenosos? Intentó recordar lo que soñaba antes de despertarse. Había sido tan real... Aparecieron él y Kaede. Se concentró lo mejor que pudo, frunciendo el ceño, tratando de recordar... Vislumbró a él cantándole una canción a Kaede confesándole sus sentimientos. Cerró los ojos con fuerza e intentó recordar su respuesta, pero no pudo.

Apartó las manos de la cara, abrió los ojos y observó a su alrededor, tratando de averiguar algo extraño, pero todo en su habitación lucía normal, desde su baúl grande con libros de embrujos hasta los rollos de pergamino. Y aun así... Nervioso, regresó a la cama y, sin decir nada, se acostó en ella. Luego escuchó atentamente el silencio, pero solo oyó el ronquido de Issun que dormía en el alféizar de la ventana y lo hacía tan tranquilamente que ningún problema ni dolor había perturbado su sueño. Permaneció despierto un largo rato, contemplando el techo de su habitación. Hacía años que conocía a Kaede y era obvio que eso activaba su instinto protector, era obvio que quisiera hacer pedazos a Inari por besarla... No, no... tendría que controlar ese oscuro sentimiento. Issun soltó un fuerte ronquido. Golpeó su almohada para luego morderla y esperó a que le llegara el sueño, tratando de impedir que sus pensamientos divagaran hacia Kaede. Por la mañana, despertó un poco aturdido tras una serie de sueños en los que se veía persiguiendo a Inari con un bate. Garabateó una nota para Issun indicando dónde estaría y salió de la habitación.

Destino Entrelazado I El Despertar De Orochi  (Furry x Humano)Where stories live. Discover now