𓍢ִ໋𝑳𝒂 𝑩𝒊𝒃𝒍𝒊𝒐𝒕𝒉𝒆̀𝒒𝒖𝒆 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆̀𝒕𝒆/𝘑𝘰𝘴𝘦𝘱𝘩 𝘋𝘦𝘴𝘤𝘢𝘮𝘱𝘴

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Otro día en el Instituto Voltaire.
Habían pasado muchas cosas en el día de ayer.  Obviamente Bella no le dijo a sus padres que casi la escuela echaba a las chicas por el accidente del primer día. Sus padres hacían un esfuerzo pagando esa escuela y ella era conciente de ello, tampoco se quería ir, no iba a dejar a sus nuevas amigas y una posible amiga.

El día de hoy se había puesto un vestido celeste claro, uno de sus favoritos porque su hermana se lo había fabricado y regalado para que lo estrene en Francia. Dejó también su cabello suelto y solo se peino su flequillo a los costados, por último se puso sus tacones blancos.

Simone y Bella se encontraron en una esquina de la calle serca de la casa de Michèlle. Ambas caminaron hasta llegar a la puerta de la vivienda de su amiga y esperaron a que saliera.

La italiana noto como Simone se tocaba constantemente la pierna.
Y cuando iba a preguntarle el hermano de la pelirroja salio llamando la atención de su amiga.

— Hola Jean Pierre — dijo sonriente al mayor, este solo la miró y siguió su camino.

Bella solo le resto importancia pero no paso desapercibido el echo de sierta atención que le puso Simone al chico.
Una puerta se escuchó cerrar detrás de ellas.

— Que le pasa? — Preguntó Bell a la pelirroja refiriéndose a su hermano.
Las tres solo empezaron a caminar mientras hablaban.

— Jean Pierre tiene audiencia disciplinaria hoy — dijo.

La de pelo largo solo asintió por que  el comportamiento tan serio del chico.

— No pienses en eso, no tienes forma de olvidar lo, saben que tenemos hoy?  Clase de gimnasia y adivinen qué? — dijo con un tono frustrado — Me caí está mañana, me saldrá un moretón enorme — habló.

— Eso explica porque no dejas de tocarte la pierna — menciono la castaña.

Las jóvenes siguieron hablando hasta llegar al Instituto.

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Al ingresar por la entrada había un pequeño grupo de las pocas chicas que estudiaban en la escuela.
Simone las saludo y ellas le regresaron el saludo.

— ¿Ya sabes el nombre de todo el mundo? — le pregunto Michèlle a Simone.

— De todo el mundo no, solo de las chicas — respondio sonriente.

— Espero no nos pongan a trotar soy de sudar mucho — se quejo la de cabello corto.

— Hola Loubrac — saludo Bel al chico que estaba de espaldas.
Este solo la saludo rápido.

— ¿Por qué lo saludaste? — Preguntó Michèlle sin entender.

— Es de los pocos chicos que me cae bien — dijo tranquila Bella.

Las tres se quedaron en silencio por unos minutos.

— Que raros son — dijo Simone mirando algunos chicos. Bella solo los miro pocos segunods para seguir caminado.

— ¿Y si expulsan a mi hermano? — Preguntó la pelirroja angustiada.

— No lo van a expulsar — dijo Bell con una tono tranquilo.

— Pero y lo que paso con Decamps? —  habló — le saco el ojo — dijo mirando a las dos chicas.

— Está bien, pero mira el lado bueno — dijo siendo positiva.