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El día jueves ya había empezado, el sol brillante lo recibía con algunas nubes.

Bella caminaba tranquila al Instituto, sus bonitas ondas castañas se movían conforme avanzaba, vestía una camisa blanca con una pollera y sus tacones blancos.

Su humor era el mejor se sentía feliz y tranquila, no podía dejar de sonreír desde el día de ayer que volvió de la escuela.
Sus padres estaban extrañados por la repentina felicidad de su hija, que les dijo que era porque le estaba llendo muy bien academicamente con sus notas. Pero la realidad era que luego de su encuentro con el muchacho francés su humor había cambiado sin darse cuenta, la habia dejado flotando en las nubes.

Volviendo a la actualidad, Bella camino por el gran patio del Instituto, algunos estudiantes la saludaban, a algunos los conocía y a otros solo de vista. Se podría decir que se había ganado sierta "popularidad" y no sólo por ser una de las pocas chicas de la escuela y extranjera, sino también porque era muy amable con las personas y siempre las trataba con respeto.

A lo lejos vio a Simone parada sola por lo que decidió acercarse.

La joven francesa al darse cuenta de su presencia solo le sonrió.

- Hola Simone - saludo.

- Hola Bell, pensé que llegarías con Michèlle - dijo mirando la entrada y luego a ella.

- No la vi de camino, por ahí llegará más tarde -

- Puede ser pero tratándose de cómo es Jean Pierre no tardará en llegar - dijo más sonriente de lo normal.

La castaña se dio cuenta como su amiga sonreía más de lo normal, pero no le dijo nada, prefería que si tenía algo que contarle sea por su propia cuenta.

Al poco tiempo Michèlle ingreso a la escuela junto a su hermano pero este se separo de ella para irse con sus amigos.
La muchacha de ojos azules se acercó a ellas saludando y empezaron a charlar.

Por curiosidad Bella miro a Decamps, el cuál estaba apollado en una pared del edificio escolar, fumaba un cigarrillo mientras sus amigos hablaban. El muchacho habrá sentido su mirada porque al poco de unos segundos giro su cabeza un poco para verla.

Sus amigas estaban tan concentradas en su conversación que no se dieron cuenta cuando la italiana le dedico una leve sonrisa al francés y, los amigos del joven tampoco se dieron cuenta que el frances le devolvió el gesto a ella mientras soltaba el humo.

Un coqueteo en secreto que solo ellos entendían...

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Bella se dirigió a su asiento adelante de todo ya que le tocaba la clase se la Señora Giraud. Espero a Annick para que se sentará con ella pero nunca llego. No la había visto en la entrada, era extraño la joven de cabellos rubios era muy puntual.

La profesora entró, saludo a todos y empezó con la clase.
La mayor empezó a explicar sobre el tema a estudiar. Se giro para escribir en pizarrón mientras hablaba.

- La Sociedad de Naciones es... - hablaba la mujer - Su objetivo es la seguridad mundial - siguió hablando.

- Silencio Pichón - llamó la atención del chico - Como decía, la seguridad mundial mediante el desarme y prevención de la guerra...- la profesora iba a seguir explicando cuando alguien entró interrumpiendo.

Todos prestaron atención a Annick quien había ingresado al aula tarde.

- Señorita Sabiani - La nombró Giraud - Muchas gracias por acompañarnos hoy - dijo con un tono de sarcasmo - ¿Su pase?

𓍢ִ໋𝑳𝒂 𝑩𝒊𝒃𝒍𝒊𝒐𝒕𝒉𝒆̀𝒒𝒖𝒆 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆̀𝒕𝒆/𝘑𝘰𝘴𝘦𝘱𝘩 𝘋𝘦𝘴𝘤𝘢𝘮𝘱𝘴Où les histoires vivent. Découvrez maintenant