Nuevos lazos y comienzos, oportunidades y sorpresas... ¿Qué les deparará la vida a Allegra Wolff y a Charles Leclerc después de tanto tiempo sin dirigirse la palabra? O,mejor dicho... ¿Cómo cambiarán las cosas cuando el monegasco descubra el pequeño...
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-ACLARACIÓN⚠️: Este Fanfic se situará en la TEMPORADA 2025,es decir,dentro de dos años.
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🗓️28 de febrero de 2025 📌Mónaco(Montecarlo)
-¡Charlie! ¡Para quieta duendecilla!- la voz con notorio acento británico de Mason resonó contra mis oídos mientras preparaba el almuerzo de mi hija.
A lo largo del salón,solo se escuchaban las carcajadas de la pequeña,la cuál parecía divertirse huyendo de su padre adoptivo.
-¡Por dios! ¿Cuánta energía puede caber en un cuerpo tan pequeñito?- murmuró el británico apareciendo a mi lado,tratando de recuperar el aire tras esa pequeña maratón que había hecho detrás de mi hija.
-¿Corres una media de 14 kilómetros por partido y no puedes con una niña de dos años? Me decepcionas Mase- reí ligeramente,mirando al castaño de manera burlona.
-No es mi culpa que Charlie tenga tanta energía- carcajeó levemente antes de posicionarse detrás de mí y pasar sus brazos por mi cintura, envolviéndome y apoyando mi espalda contra su pecho,abrazándome de manera dulce y cariñosa.
-¡Mami! ¡Tito Mase es un viejo! ¡No puede pillarme!- la pequeña Charlie no podía parar de reír,le parecía realmente divertido ver el agotamiento que le había infringido al británico después de haber escapado de él por toda la casa durante más de cinco minutos.
-¡Oye!- se quejó el mencionado con una sonrisa burlona.
Tanto mi hija como yo reímos al unísono,después de eso,me agaché y me puse de cuclillas para quedar a su altura.
-Charlie,ya sabes que tienes que ir al colegio,no valdrá de nada que huyas del tito Mase, irás igualmente mi pequeño angelito- sonreí dulcemente y acuné su pequeño y ovalado rostro entre mis manos.
-Pero mami,no quiero ir al colegio...¡es aburrido!- respondió mi hija haciendo un tierno puchero,mirándome con esos ojitos de perro mojado a los que difícilmente me podía resistir.
-Lo sé mi amor,pero ya sabes que si vas al colegio esta semana...- ni siquiera pude terminar mi oración cuando su emocionada voz finalizó por mí.
-¡Podré ir a ver la vuelta de mami a la Fórmula 1!- exclamó de manera entusiasta y energética,comenzando a dar pequeños saltos de alegría.
Mason sonrió ampliamente al ver esa escena,era evidente que un gran sentimiento de amor anidaba su corazón cada vez que nos veía a Charlie y a mí hablar con esa cercanía y sencillez,dignas de una madre y su pequeña y rebelde hija.
