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Nam volvió su mirada a Becky, se le notaba un poco sorprendida por su acción, pero en el fondo agradecía mucho ese detalle.

—¿Estás bien? — Becky asintió levemente. Nam posó su mano sobre su espalda y la guio para que caminara, necesitaban escapar de la lluvia, Becky podría enfermarse si seguía en ese estado.

Freen apartó la mirada de ellas y dejando su taza de café sin ningún cuidado sobre la bandeja que sostenía uno de sus mayordomos, caminó seriamente hasta las escaleras para dirigirse a su cuarto.

Sus empleados notaron ese comportamiento, siempre era así, pero había algo diferente que ellos no lograban descifrar.

La pelinegra la guio hasta su auto y se adelantó a ella para poder abrirle la puerta de los asientos traseros.

—Adelante, sube — ofreció, pero Becky solo miraba dudosa los limpios y secos asientos.

—Pero... los voy a arruinar, estoy empapada por la lluvia, además mis zapatos...— los miró, estaban manchados de tierra, y ahora de barro por haber tocado la lluvia — no creo que sea conveniente, mejor espero aquí — mencionó con preocupación, pero la sonrisa de Nam logró confundirla, pero a la vez tranquilizarla que la hizo sonreír también.

—No te preocupes — respondió con simpatía — no es nada que no se pueda arreglar, dale, podrías enfermarte, ¿Quieres eso? — Becky negó rápidamente, no podría permitírselo, tenía que seguir trabajando — Entonces...— abrió más la puerta y sonrió, esa sonrisa encantadora que fascinaba a todo el mundo.

Becky asintió e ingresó cuidadosamente, no quería ensuciar gran parte de los asientos. Nam cerró la puerta y se dirigió al maletero del auto, entre unas cuantas bolsas y cajas comenzó a buscar dentro de ellas, y al hallar el indicado, lo tomó y cerró el maletero para dirigirse al lado de la ventana donde se encontraba la rubia.

—Hey — golpeó la ventana en medio de un risilla, Becky había pegado su cara a ella para verla — baja la ventanilla — pronunció fuerte para que le entendiera, haciendo una seña con su mano por si no la había escuchado. Becky asintió y buscó la manija, en este caso, un botón, lo presionó y tras la ventana aparecía Nam con un par de bolsas en mano — Ten esto, póntelos.

—Pero...

—No te preocupes — interrumpía — No hay ningún problema, adelante.

Becky, aun dudosa, asintió y tomó las bolsas y las introdujo dentro del auto, a los segundos cerró la ventana para que pueda cambiarse.

Nam se enderezó en su lugar y dio media vuelta para darle la espalda, no podía evitar tener una leve sonrisa en sus labios, estaba pensativa en las cosas que habían sucedido, que negó con gracia.

—¿Me puedes explicar que es lo que estás haciendo? — Freen aparecía frente a ella, solo una de sus sirvientas había ido con ella para que sostenga su paraguas — Explícame porqué motivo ayudas a esa jardinera — exigía saber.

—Freen, son personales — respondió con voz neutral, se le notaba tranquila.

—¿Personales? — preguntó incrédula — ¿Piensas acostarte con ella? — Nam se tensó por lo que dijo, sabía que Becky podría escucharlas.

—Eso n...—

—¡Por dios, Nam! Hay mejores mujeres en el mundo como para que tengas en la mira a esa ingenua. ¿Quieres llevártela a la cama? Bien, pero finge tus escenitas románticas en otro lado, no en mi propiedad — advirtió con firmeza antes de irse.

Nam se apresuró a girar y golpear la ventana, pero antes de hacerlo, observó a la rubia caminando en dirección a la salida, aun no se había cambiado pero su sudadera la sostenía en la mano.

Lovesick Girls - Adaptación [FreenBecky]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن