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Freen llamó a Beer desde su habitación, su grito fue una clara señal de lo enfadada que estaba, Becky aún estaba sin asimilarlo, leía el documento y para ella era como si estuviera soñando, eso no podía ser real, era imposible que ahora sea la dueña de una millonaria empresa.

—Entonces, señorita, Rebecca — el padre de Jenn pronunció — ¿Usted acepta lo que estipula el testamento?

El pequeño cruzaba los dedos para que dijera que no, su padre ya lo había ilusionado con lo que podría obtener, sería el niño más exitoso en Corea del Sur.

—Yo...— le era difícil responder, ¿No era una broma todo eso?

—Tranquila — interrumpió el abogado — Tiene dos días para dar su palabra, mientras tanto — se puso de pie — Nosotros nos retiramos y por favor — de su bolsillo sacó unas llaves, Becky los recibió dudosa — Visite la empresa para que esté segura de su decisión, el señor Chankimha confía en usted, tome la decisión correcta.

Los mayores hicieron una corta reverencia y salieron de la mansión, junto con el pequeño.

—Becky... — la rubia giró al llamado, aun no salía de la sorpresa — Por pedido de la señorita Freen — Beer comentaba apenada — Por favor, retírese usted también.

—Pero... yo no sabía nada — volvía a explicarse — No puede enojarse conmigo — pronunciaba preocupada, no quería que Freen la odie.

—Lo sé, pero esté tranquila, la señorita solo quiere estar sola por un tiempo, necesita asimilarlo — Beer lograba entender a Freen, ella a estado desde que la castaña era una bebe — Por favor, entiéndela, su padre acaba de fallecer, fue un duro golpe para ella, y ahora se entera que su padre le dejó la empresa a usted, alguien con quien no comparte ningún vínculo.

—¿Puedo hablar con ella un momento? — pedía — Necesito que me escuche.

—Becky, dale su espacio, no la presiones.

La rubia, dudosa y mirando por dónde se encontraba el cuarto de Freen, asintió muy a su pesar.

—Está bien... — suspiró — Yo... me iré a mi casa a-a pensar, no lo sé, tampoco logro entender — pronunció estresada — ¿Por qué yo? Tenía que dejárselo a Freen, ella es su hija, o incluso podría haberlo dejado a Jannine, no lo sé, ¿Por qué a mí?

—Becky, ¿Aún no lo ves? — la rubia la vio extrañada — Eras la mejor opción, alguien noble, alguien en quien podría confiar ciegamente, él... él también las vio juntas, las vio felices en el jardín, cómo jugaban, como se molestaban, hasta vio como Freen te pidió ser su novia... — sonrió con nostalgia — Él ya te consideraba parte de la familia en cuanto supo que hacías feliz a Freen, por eso te dejó la empresa, porque lo necesitas, y porque sabe que cuidarás a Freen como él hubiera querido hacerlo, por favor — tomó su mano con cariño — Piénsalo bien, ¿Sí?

Cerca de las escaleras, Freen escuchaba todo con lágrimas en las mejillas, observó a Becky mientras se abrazaba ella misma y seguía escuchando.

—Él pensaba...— Becky estaba pensativa — ¿Qué me llegaré a casar con Freen?

—Es lo que espera...

—Pero eso nadie lo puede saber — quitó su mano, empezaba a molestarse que le hayan entregado una responsabilidad tan grande — Apenas llevamos unos días, ¿Cómo podría haber pensado que terminaría casada con ella? ¿Ahora que se supone que haga? ¿Qué le pida matrimonio a Freen para no decepcionar al señor Chankimha? ¿Para que la empresa siga siendo de la familia sin importar lo que pienso?

—¿Acaso no ama a la señorita Freen? — preguntó preocupada.

—Lo que sienta no importa ahora, tomó una decisión pensando solo en él, sin pensar en lo que sentiría su hija al dejar algo de su familia a una extraña, lo siento pero esa empresa pertenece a Freen, solo a ella, yo no voy aceptar — dejó las llaves en la mesa y sin esperar respuesta se dirigió a la salida y salió furiosa, no iba aceptarlo, estaba decidida.

Lovesick Girls - Adaptación [FreenBecky]Where stories live. Discover now