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Luego de estar un día completo encerradas, Becky y Freen llegaban a casa cansadas y con mucho hambre, esta vez la castaña se ofreció a ayudarla para que así puedan comer más rápido, después de todo tenían que apresurarse, ya eran las ocho y tenían que ir a trabajar.

—Freen...— Becky suspiró, la castaña había quemado otra vez el arroz — ¿Quieres comer el arroz así?

—Pues sí — respondió a la defensiva — me gusta el arroz quemado, déjame — observó con decepción su arroz, lo probó y escupió enseguida, estaba muy salado.

Becky negó y se acercó a su lado.

—Déjame ayudarte — tomó la pequeña olla y la dejó de lado, tomó otra nueva y lo dejó sobre la orilla — Vas a seguir mis pasos, ¿Sí? — Freen asintió.

Luego de que Becky cocinó el arroz mientras explicaba paso a paso a Freen, por fin se encontraban comiendo.

—¿Y a dónde me vas a llevar hoy? — preguntó la castaña, ya era algo que había aceptado, pero la idea seguía sin agradarle.

—No te lo voy a decir — tomaba de su bebida.

—¿Por qué no?

—No querrás ir — la miró — ¿Te doy un consejo? — esta vez en su mirada había preocupación — Come todo, ¿Sí? — volvió su mirada en su plato, quedando pensativa — Ten — le entregó parte de su comida, Freen veía esto sin comprender — Para ti, debes alimentarte bien.

En minutos, estaban listas para ir a trabajar, lo que le pareció más raro a Freen fue que Becky le colocó guantes, cubrebocas, le entregó un botella de agua y le regaló una de sus gorras.

Mientras iban en bicicleta Freen pudo ver que cada vez más las calles parecían más peligrosas, paredes llenas de grafitis, insultos, vagabundos durmiendo en el suelo y basuras esparcidas por toda la calle.

Freen se abrazó más a Becky y esta vez ella no le dijo nada, sabía que era la primera vez que veía calles así, no puede culparla, ella creció siendo una princesa y no conocía el resto del mundo que la mayoría de personas ignoran.

Becky ingresó giró en una esquina y detuvo su bicicleta, esperaba la reacción de Freen, la castaña observó la gran cantidad de basura que estaba acumulada, formaban cerros y cerros dónde habían personas buscando entre la basura.

—¿Qué es esto...? — preguntó Freen.

—Es un basurero — observaba a las personas — aquí muchos intentan ganarse algo de dinero para llevar a casa y darles de comer a su familia, recogen botellas, plástico, cuadernos y todo lo que sea de cobre o fierros, venden lo que encuentren y les pagan según su peso, muchas veces pagan muy poco, pero es lo que hay.

—¿Haremos eso? — miró a Becky preocupada, no quería hacerlo.

—Sí — bajó la mirada — Pero tú estás obligada a hacerlo más que yo.

—¿Por qué?

—Freen, si no recoges los suficiente como para pagar una buena cena...— giró a verla — lo lamento, pero no podrás comer llegando a casa, ni lo harás hasta que juntes lo necesario.

Freen se levantó de inmediato.

—¿Serías tan cruel de hacerme eso?

—Solo te muestro la realidad de muchos.

—¡Esto es una mierda! — Freen se había enfadado — ¡No lo voy a hacer! — lanzó al suelo el cubrebocas y comenzó a caminar lejos de ella, iba a regresar a casa así sea caminando.

—Freen — Becky bajó de su bicicleta y trató de alcanzarla, tomó su muñeca y la hizo girar — Escúchame — notó su rostro preocupado, ella también lo estaba, pero las cosas debían de ser así — No puedes solo irte, estarías perdiendo más si no lo intentas, si comenzamos ahora podremos lograrlo, ¿Sí?

Lovesick Girls - Adaptación [FreenBecky]Where stories live. Discover now