62. Umbridge

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Al día siguiente Harry estaba que maldecía a todos a su paso, no había podido dormir bien debido a que como siempre había tenido pesadillas y para colmo la sonrisa de Umbridge aparecía una y otra vez en su cabeza recordándole como la noche anterior el y Draco habían sido atrapados besándose y Umbridge les había bajado 50 puntos a cada uno por "comportamiento indebido" y Harry se llevó un castigo de otros 10 puntos por corregir a Umbridge sobre que el era un chico y no una chica.

Definitivamente el encuentro con Umbridge no había sido nada agradable y para terminar de joder más a Harry, Umbridge hizo que ambos chicos se fueran a sus salas comunes sin poder seguir hablando, de hecho más de una vez en la noche Harry pensó salir con su capa invisible para ver a Draco pero la muy maldita de Umbridge estaba haciendo guardia fuera de la sala común de Gryffindor.

Malhumorado, Harry se sentó en la mesa de Gryffindor a desayunar con sus amigos y como ya era usual bebió su poción de testosterona y luego una poción calmante que le había dado Hermione para evitar que terminara por hacer explotar el gran comedor.

Sintiéndose ligeramente mejor Harry se giró a sus amigos —¿Qué nos toca hoy? ¿Ya dio McGonagall los horarios?

—Si, pero no se si te alegraras del horario de hoy o lo odiaras— añadió Hermione entregándole al moreno un pedazo de pergamino con el horario de clases.

Harry leyó las materias y de inmediato entendió porque Hermione no sabía si odiaría o amaría las clases de ese día puesto que tenían pociones con Snape y los Slytherin; adivinación con Slytherin de nuevo y para finalizar clase de defensa con la odiosa de Umbridge junto con Hufflepuff.

Harry suspiro pesadamente guardando el horario en su túnica. Bueno al menos vería a Draco, se consoló el chico pero al finalizar el día debería ver a la horrible cara de sapo.

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Irritado, Draco llegó al salón de pociones y se sentó en su lugar con pesadez. Era apenas la primera clase del día y ya necesitaba una poción calmante o terminaría por hechizar a medio colegio con sus burlas sobre su padre "el borracho" o "el traidor cobarde" dependiendo de quien lo molestara.

Draco miro a un par de Slytherins entrar al salón y murmurar entre ellos sobre las tonterías del profeta y al rubio no le quedó más que apretar los puños molesto debajo de la mesa. Pero Draco no era el único de un humor terrible, ya que cuando Harry Potter llegó, este estaba igual o peor que el rubio.

Harry se sentó en la silla a un lado de Draco cansado y el rubio lo miro sorprendido.

—¿Mañana difícil?— preguntó Draco y Harry asintió.

—Ni que lo digas, llegar a clases es atravesar un mar de gente estupida que solo sabe repetir lo que dice el profeta— dijo con un bufido Harry.

—Lo sé, es un fastidio. Tengo a todo el colegio pensando que mi padre terminó como un alcohólico porque no soportaba que su hijo fuera gay, es... es...

—Absurdo— concordó Harry— creo que este año tendremos el doble de miradas y rumores— soltó pesadamente Harry.

—Espero que no, o terminare hechizado a medio colegio.

—Y yo terminaré con la otra mitad— finalizo Harry y Draco no pudo evitar soltar una risa seguido de Harry.

—Es un trato Potter— sonrió Draco extendiéndole una mano y Harry la tomo devolviéndole la sonrisa.

—Trato hecho pero yo pido hechizar a Umbridge— respondió Harry y Draco frunció el ceño.

—No prometo nada.

Soy Harry Potter (ftm)Where stories live. Discover now