a little death! | kpop idols smut #1

𖥦 ✧ ˚ ࿔ @enhypen· ˚ * ୨୧ ✧

◯⋆｡título:

enhypen reaction: you not wearing panties to sleep

◯⋆｡user: @jaylaxies

◯⋆｡ advertencias: smut, fwb!hee, bf!jay, perv!jake, ex!hoon, somnophilia, cnc

◯⋆｡glosario: 

lee heeseung
Por mucho que Heeseung sepa que te sientes cómoda a su lado, nunca esperó que fueras tan despreocupada como para irte a la cama sin bragas, sobre todo un día después de que le confesaras borracha que querías que te usara incluso mientras dormías, sin tener que pedirte tu consentimiento cada vez. Quizá era eso lo que esperabas que hiciera: que te usara. Heeseung, a pesar de estar sorprendido, estaba disfrutando de lo que tenía delante, ser mejor amigo con derecho a roce tenía sus ventajas, al parecer. Tu delicado camisón se había subido, mostrándole tu culo, y él no dudó en subirse a la cama, observando tu expresión de paz mientras dormías antes de girarte suavemente un poco, asegurándose de que descansabas boca arriba. Con tu coño justo delante de su cara, no pudo controlarse más, agachándose un poco y separando tus piernas, apoyando patéticamente su mejilla contra el interior de tus muslos antes de darle a tu clítoris el más suave de los besos, mirando hacia arriba para asegurarse de que no te habías despertado. Cuando no vio ninguna señal de movimiento, empezó a besarte y lamerte el coño por todas partes, su aliento caliente y sus caricias necesitadas en tu coño te hacían respirar con dificultad, incluso dormida. Ya no le importaba. Tu coño era como el alcohol para él, siempre tan adictivo, y se encontró intentando saltar sobre la cama mientras introducía su lengua en tu agujero, haciendo que te agitaras en sueños. Su pulgar rozaba tus delicados pliegues, estimulando aún más tu clítoris, que fue tu punto de ruptura cuando te despertaste con un grito ahogado. "Te pusiste esto para mí, ¿verdad, nena? Un camisón fino sin nada dentro, para que pudiera follarte mientras duermes, ¿eh?". Se rió entre dientes, tirando de ti en un beso apresurado en el momento en que gemiste un sí. No podía esperar a arruinarte, llenándote toda la noche, ya que estabas siendo una muñequita tan necesitada para él.

park jongseong
Jay no esperaba verte dormida en su cama, dado que eres de las que se quedan despiertas hasta tarde, sin embargo esa era la menor de sus preocupaciones en ese momento. "Joder", maldijo, mirando tu coño desnudo que estaba a la vista de él ya que no llevabas nada más que su camiseta para dormir. Sabía que no estaba bien mirarte mientras dormías, pero ¿era demasiado malo? Era cierto que le pertenecías. Además, parecía que estabas teniendo uno de esos sueños. Tus gemidos silenciosos y la humedad de tu coño eran prueba suficiente de ello. "J-jay", gemiste, intentando frotarte los muslos en sueños y la visión bastó para que Jay se tragara sus pensamientos, deshaciéndose de la corbata y la camisa antes de meterse en la cama contigo. Estabas soñando con él. Fue suave cuando te dio un ligero apretón en las tetas por encima de la camiseta que te habías puesto, dos de sus dedos acariciaron tu coño para recoger tu humedad, que inmediatamente se llevó a la boca, gimiendo por el sabor y con la necesidad de querer más de ti. No tardó en rodear tu clítoris con sus labios, chupándolo mientras cubría de nuevo sus dedos con tu excitación, para luego introducirlos dentro de tu apretado agujero, lo que te hizo jadear, con el sueño aún sin romper del todo. "Tan jodidamente bonita, soñando conmigo así", murmuró Jay, estirándote con sus dedos durante unos minutos, observando atentamente tus expresiones mientras estabas a punto de despertar. No perdió más tiempo, se apresuró a quitarse los pantalones y bombeó su polla un par de veces antes de empujar la punta hacia dentro -tus ojos se abrieron en ese mismo segundo mientras gemías ante la visión, registrando que Jay estaba, de hecho, follándote. "Por favor, más", gemiste, con las uñas clavadas en la carne de sus hombros mientras él te complacía. "¿Soñando conmigo, ángel? Te daré algo con lo que soñar".

sim jaeyun
A Jake le encantaba observarte desde la distancia, no importaba cómo tratara de ocultarlo, era más que obvio para ti, su compañera de cuarto. No es que te molestara, más bien te halagaba, dado que Jake era un chico guapo que intentaba cuidar sus modales a tu alrededor, la palabra clave era intentaba. La lujuria siempre se apoderaba de él a pesar de que intentaba no mirarte fijamente. Era difícil porque a ti te encantaba desfilar por el piso compartido en pantalones cortos, que no ocultaban nada tu cuerpo de él, lo que provocaba que se empalmara y se masturbara en silencio en el baño. Sin embargo, si él era un pervertido, tú sólo eras el combustible que le hacía querer volverse aún más loco. Por eso no te molestaste en ponerte bragas ni nada debajo de tu camisón, que era casi transparente si no fuera por el tono rosado que tenía, sólo para verle enloquecer aún más y, con suerte, tomar confianza para hacer algo con su endurecida polla. Cuando te vio en el sofá tras volver a casa, dio un grito ahogado, dando un paso atrás y mirando a su alrededor, preguntándose si estaría soñando porque, si no, por qué ibas a estar así delante de él. "Oh, joder", murmuró, tragando saliva y acercándose a tu figura dormida, agitando la mano delante de tu cara para confirmar que, efectivamente, estabas profundamente dormida. Su polla ya se estaba endureciendo en sus pantalones mientras se lamía los labios, poniéndose de rodillas para olfatear ruidosamente, perdiéndose en tu aroma como un loco, "eres tan bonita, nena", murmuró, sus labios húmedos depositando un beso descuidado en la parte interior de tu muslo antes de moverse hacia arriba, haciendo espacio para sí mismo entre tus muslos mientras empezaba a besar y chupar tu clítoris, tarareando ante el sabor de lo que había deseado durante años. "Joder", gimió, bajando una mano para apretar su endurecida polla antes de detenerse, deshaciéndose de sus jeans y acercándose a tus labios separados, frotando la punta de su polla contra tus labios, gimiendo cuando empezó a empujar su longitud hacia dentro, despertándote mientras te ahogabas alrededor de su polla, procesando que realmente tuviera la confianza de tocarte hoy. Lo empujaste hacia atrás antes de agarrar su camiseta, murmurando cerca de su cara aturdida. "Sabía que eras un pervertido de culo enfermo, Jakey", sonreíste dulcemente y él gimió, amando la forma en que lo degradaste, "Tendré que enseñarte una lección ahora", sonreíste, haciéndolo llorar mientras montabas su polla antes de cabalgar su cara, haciéndolo el hombre más feliz del mundo.

park sunghoon 
Sunghoon no esperaba que tú, su ex, aparecieras en su apartamento justo una semana después de la desordenada ruptura por la que pasaron, para recoger tus cosas sobrantes de él, por supuesto. Sin embargo, no comprobaste el pronóstico del tiempo y acabaste empapada por la lluvia mientras corrías desde tu coche hasta su apartamento, lo que sólo empeoró cuando la lluvia se convirtió en una tormenta, que no era segura ni para conducir ni para caminar, lo que significaba que tenías que quedarte a dormir en casa de Hoon. Te miraba con necesidad en los ojos, la necesidad de volver a tenerte en su vida, la necesidad de besarte cuando te ponías su camiseta después de ducharte. "Gracias por dejar que me quede", susurraste, sin mirarle, y él se acercó más, con su cálido aliento abanicándote el cuello. "Siempre dejaré que te quedes, gatita", murmuró, y tú cerraste los ojos, intentando ignorar el calor que te invadía el bajo vientre. Toda la situación era tan desastrosa para Hoon como para ti.Le costaba controlarse, sobre todo cuando te retorcías dormida, apretando tu cálido cuerpo contra el suyo. Te necesitaba de vuelta, quería probar tu sabor una última vez, si no más, así que dijo 'a la mierda' y bajó la manta, amasando tus muslos suavemente al principio, "te echaba tanto de menos, gatita", susurró, besando tu clavícula suavemente antes de bajar, levantando su camiseta para encontrar tu coño desnudo. "¡Joder! Parece que tú también me has echado de menos, nena", se rió entre dientes, viendo tu coño reluciente, mojando sus dedos para cubrirlos con tu humedad antes de frotar pequeños círculos sobre tu agujero, metiendo con facilidad sus dedos para llenarte, sus labios pegados a tu clítoris mientras te removías en sueños, a punto de despertarte ahora mientras también intentaba fijarse en tus expresiones, intentando memorizarlo todo. En cuanto te despiertas, confusa y excitada, se ríe entre dientes: "Vuelve a dormirte, gatita, deja que me ocupe de tu coñito chorreante, ¿vale?".Dijo suavemente, la lujuria apoderándose de tus sentidos mientras observabas su pelo desordenado, con los labios cubiertos de tus jugos. "Hoonie", gimoteas, y él se acerca para besarte, "te he echado tanto de menos, gatita mía", murmura entre vuestro beso apresurado y tú te dejas llevar, dejándole entrar en tu vida una vez más y para siempre.