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Decir que la alfa estaba encantada con Hae-Won era una atenuación a todo lo que estaba sintiendo al ver a la cachorra sentada sobre la cama sosteniendo un lindo peluche de avestruz entre sus manos mientras hablaba de cualquier cosa que se le ocurriese, manteniendo sus mejillas sonrojadas y un bonito brillo en sus ojos que hacía encoger el corazón de Chaeyoung al darse cuenta que jamás había visto a su cachorra así de feliz, así de tranquila, sintiendo una pizca de culpa al pensar en lo mucho que privó a su hija de la compañía de su otro madre solo por decidir ocultarle de su existencia, queriendo tenerla egoístamente solo para ella.

¿Pero había actuado bien? Ahora que lo veía desde un punto de vista en el que el dolor no la cegaba, se daba cuenta de lo mucho que le hubiese gustado que Mina formará parte de los primero años de vida de Hae-Won, después de ver como la alfa la trataba con dulzura y estaba atenta a cualquier mínima cosa que la cachorra decía, la tristeza se adueñó de las entrañas de Chaeyoung haciendo que un nudo se apoderará de su garganta y le impidiese respirar con normalidad.

- con mamá siempre vemos documentales acerca de Japón - susurró la cachorra dejando el peluche sobre sus piernas e intentaba vagamente atar su cabello soltando un bufido cansino cuando la trenza se deshizo por completo haciendo que su cabello cayera como cascada sobre sus hombros, colocando un puchero en sus labios mientras posaba sus ojos sobre la Omega quien estiró sus labios en una diminuta sonrisa acercándose hasta ella para apoyar la yema de sus dedos sobre la frente de Hae-Won apartando su flequillo y sosteniéndolo con unas pinzas antes de empezar a trenzar su cabello con mucha delicadeza bajo la atenta mirada de la alfa

- ¿Te gusta mucho Japón? - inquirió Mina quitandose el pesado abrigo que cubría su cuerpo quedando solamente con un suerte negro cuello alto y unos pantalones marrones que se acentuaban perfectamente a sus caderas

- si - la cachorra sonrió mostrando sus encías mientras un bonito hoyuelo se formaba en su mejilla haciendo que el corazón de Mina brincara en emoción al verse reflejada en la imagen de Hae-Won.

Joder, la cachorra era la vivida imágen suya.

- la primera vez que supe de el fue porque la maestra nos pidió que expusieramos acerca de un país y cuando le comenté a mamá - suspiró contenta al recibir el pequeño beso de la Omega en su frente cuando terminó de peinarla - ella me mostró unas revistas acerca de Japón, específicamente de Tokio y me gustó mucho, así que ese fue el país del que termine hablando en clase y me gane dos estrellitas, verdad mamá

- si mi amor - respondió Chaeyoung mirando de soslayo a la alfa quien tenía la espalda apoyada  contra la pared y sus manos ocultas en los bolsillos, mirando con un destello ámbar en sus ojos a Hae-Won

- ¡Oh! Bueno, Japón es muy lindo - comento Mina con voz suave - y sobre todo ahora en invierno

- ¿Conoce Japón?

- vivo allá - musitó la alfa no perdiéndose la expresión de asombró que cubrió el rostro de la cachorra mientras se arrodillaba sobre la cama tomandose un segundo para mirar a Chaeyoung quien le acarició el cabello antes de mirar nuevamente a la alfa

- ¿En que parte?

- entre Tokio y Osaka

- mamá y yo iremos a Osaka para navidad - murmuró Hae-Won sintiendo sus mejillas doler de tanto sonreír - fue mi regalo por tener buenas notas y ocupar el primer puesto en el cuadro de honor, además de siempre tender mi cama y recoger mis juguetes.

- por lo que veo eres una buena hija

- Nu uh - contestó Hae-Won con algo de pena en su voz - muchas, muchas veces hago berrinches y hago que mamá esté triste

- tu nunca me haces sentir triste - respondió Chaeyoung mordiendo sus labios en tanto se sentaba en el borde la cama tomando a la cachorra por los hombros haciendo que se apoyará en su pecho y así poder arrullarla  - mi linda wonnie tu eres la fuente de mi felicidad, desde que te sostuve en mis brazos me hiciste la mujer más feliz del mundo.

Mina tuvo que contener  el impulso de acercarse hasta ellas y rodearlas con sus brazos para fundirse en su calor y su aroma, teniéndose que comportarse con solo admirarlas desde lejos

- me gusta mucho que me abraces mamá, pero me estoy muriendo de sed - dijo Hae-Won con su mejilla aplastada contra el pecho de Chaeyoung que sonrió alejándose de la cachorra - ¿Puedo tomar un refresco?

- un refresco no quita la sed

- a mi sí

- no creo que sea prudente que comas algo por ahora, el médico no lo ha autorizado - respondió la Omega con dulzura - que te parece si después que salgas del hospital vamos tu y yo por un helado ¿Mmh?

- ¿La señora Mina puede ir con nosotras?

- ¡Oh! Bueno, solo si ella quiere

- ¿Usted quiere ir con nosotras por un helado? - preguntó la pequeña con las puntas de sus orejas sonrojadas volviendo al refugio del pecho de su madre mirando de soslayo a la alfa asentir

- me encantaría Hae-Won

- okey - suspiró contenta la cachorra antes de fruncir su entrecejo cuando vió a la alfa avanzar pasos hacía la puerta así que sin pensarlo un segundo volvió a hablar de nuevo - ¿Ya se va?

- no linda, iré por tu agua - dicha Hae-Won chillo avergonzada al escuchar la forma en que la alfa la había llamado terminando así de sonrojarse por completo mientras se abrazaba al cuerpo de su madre en tanto sentía su corazoncito latir rápidamente.

RAINY DAYS'Where stories live. Discover now