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Chaeyoung no sabía por qué había accedido a la petición de su hija de permitir que Mina pasará el resto del día con ellas. Quizás fue el ver como Haewon no paraba de sonreír y hablar con la alfa que siempre estaba atenta a cada palabra que saliera de su boca aún si fuera solo para contarle algo pequeño o quizás fue porque se sentía a gusto con el aroma y presencia más de lo que desearía admitir.

Y es que la Omega siempre había sido débil ante Mina, todo en ella le causaba cosas que aún después de tantos años no podía explicar con palabras, era como si todo su cuerpo, su alma, su corazón y su mente fueran hechas simplemente para ella. Para esa alfa que llevaba en brazos a su hija quién la miraba con adoración mientras sus mejillas se teñian de un bonito tono bermellón

- ¿A que hora usualmente sueles ir a dormir? - preguntó Mina pellizcando la mejilla de Haewon escuchando su bonita risa llegar hasta sus oídos haciendo que su lobo se removiera feliz en su pecho

- a las ocho - musitó girando un poco su rostro para ver a su madre quien apoyo su mano sobre su espalda en una lenta caricia al ver como su cachorra le costaba un poco mantener sus ojos abiertos.

- entonces creo que ya es hora de ir a casa para que descanses - Haewon sin tanta energía para hacer algún berrinche solo asintió dudando un poco antes de pedirle a su madre que fuera ella quien la tomara en brazos, acurrucándose así en su pecho e inhalar su aroma dejándose vencer por el sueño. Siendo así como el camino se vió envuelto en un incómodo silenció mientras caminaban por las frías calles de Seúl con Mina la mayoría del tiempo admirando lo bonita que se veía la omega con la cachorra en brazos aguantando la ansía de acercarse más hasta ella y abrigarla con sus brazos.

¿Por que tuvo que alejarse?

¿Por que no lucho por Chaeyoung?

¿Por que simplemente accedió a todo tan fácil?

Aquellas preguntas la habían consumido días y noches causándole una grieta enorme en su corazón y en su lobo. Volviéndose ahora todo mucho más doloroso al ser consciente de lo que se perdió

- es aquí - dijo Chaeyoung deteniendo su paso en una bonita casa no tan grande de paredes rosas y puerta de madera - gracias por todo lo que hiciste por mi Wonnie, jamás....jamás la vi tan feliz como lo fue hoy. Y yo, solo gracias

- no tienes por qué agradecer - con la delicadeza que la caracterizaba la alfa tomó el juego de llaves que colgaba de una de las manos de Chaeyoung sintiendo el frío del metal hacer contraste con la tibieza de su piel causandole un poco de escalofríos - para mí fue gratificante pasar el día contigo y con nuestra hija así pude conocerla a un más. ¡Dios! Aún sigue sintiéndose tan irreal que tenga una hija, una hija contigo.

- Lo sé - respondió Chaeyoung sonriendo antes de soltar un suspiró - a mi a veces también se me hace irreal tener a una pequeña así como Wonnie. De verdad soy muy afortunada, somos muy afortunados - corrigió rápidamente balanceándose un poco al sentir que su brazo empezaba a calambrarse - ¡Oh! Esta demasiado pesada

- mierda - musitó Mina abriendo rápidamente la puerta permitiendo que Chaeyoung entrará y se hiciera paso hasta la sala, encendiendo la luz haciendo que todo se iluminará y permitiera a la alfa ver todo el lugar - está muy bonita tu casa - suspiró inhalado el fuerte aroma de la Omega junto a su cachorra antes de posar su vista en los pequeños cuadros de fotos en dónde aparecía la imágen de una Haewon recién nacida con sus ojitos fuertemente cerrados mientras en una de sus manos descansaba un pequeño osito de felpa y si miraba más allá podía ver a una haewon de un año frente a una bonita tarta color rojo y una vela con el número uno y la secuencia de fotos pasaba hasta tener una foto de la actualidad en la que la cachorra tenía puesto su uniforme con sus labios haciendo un puchero dando la impresión de estar un poco enojada.

- ya regresó, iré a acostar a Wonnie

- Aquí te espero - respondió Mina estirando un poco su mano para tocar con la yema de sus dedos el marco de fresas en donde descansaba la primera foto de Haewon haciendo que inevitablemente de sus ojos se escaparan un par de lágrimas mientras la culpa se adueñaba de cada parte de su cuerpo.

"¡Mi Haewon!"

"Mi linda cachorra, te prometo que nunca más me voy a alejar de ti"

RAINY DAYS'Where stories live. Discover now