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Luz

No supo en que momento, pero se quedó dormida en el café en una posición que le joderia la espalda. Desde qué había asesinado al guardia de seguridad de ese museo, no podía dormir bien y ese fue el motivo por el que aparte de dormir poco, tenía el sueño ligero y era fácil despertarla.

"Noceda"

Fue lo que escuchó a lo lejos, estaba extremadamente consiente de los ruidos que había a su alrededor, como el de la tormenta fuera del local, el de la puerta abriendo y cerrándose cada dos por tres y la gente que aún estaba ahi. Pero esa mención de su apellido, le era difícil distinguir si era de la realidad, o de su sueño efímero.

Supo que era real al momento de sentir que le sacudían el hombro. Se despertó casi brincando y con eso espantó a quien perturbaba su sueño.

—Cuidado, casi te estampas conmigo—Skara se alejó un poco de la peliverde sorprendida—¡Luz! Despertaste.

La morena las vio completamente desorientada, ¿Cuanto tiempo había pasado? ¿Y las demás plásticas? ¿Por qué la despertaron?

—Corrección, me despertaron—comentó un poco irritada, enderezándose—. ¿Que paso?

—Van a cerrar el café y los trabajadores no quisieron interrumpir tu sueño para decirte que...

—Te tienes que ir, Noceda—Amity era muy buena para ser directa con ella—. Simplemente vinimos a avisarte, si no te vas te sacarán a patadas a la tormenta.

—Que lindas, gracias por avisarme—Luz se levantó menos adormilada, mirando a sus alrededores y tocando su cabeza, cerciorándose de que su preciado gorro estuviera ahí—. ¿Y sus amigas? Es peligroso ir en escoba con este clima.

Pudo jurar que vió una diminuta sonrisa en el rostro de la Blight por unos milisegundos.

—Muy graciosa. Las demás se fueron cada una para su casa—articuló la millonaria—. ¿Piensas llamarle a tus padres?

—Están trabajando, no creo que puedan venir por mi. De pronto y pido un uber.

—Oh, llegaron por mi—Skara se despidió de beso en la mejilla con su amiga y mientras se alejaba, se despidió con la mano—. ¡Adiós, tengan cuidado!

Ambas chicas vieron cómo la morena se subió rápidamente a un Mercedes-Benz negro y este arrancaba tan pronto entró y cerró la puerta.

—Es la plástica más amable que conozco.

—Pues ya cásate con ella, con gusto seré la dama de honor de Skara.—la ojos dorados concentró la vista en sus uñas bien cuidadas, sin querer mirar a quien le estaba hablando.

—Para eso mejor que la novia seas tu—la latina pudo ver de reojo cómo la chica se sonrojaba terriblemente, y riendose se dirigió a la salida—. Nos vemos Blight.

Ni abrió la puerta y ya escuchaba el sonido de los tacones bajos de su crush, yendo hacia ella.

—¿Le hablaste a algunos tios? No vi que sacaras tu celular.—la peliverde empezaba a parecerse un poco a un espia de gobierno.

—No, me iré caminando—habló despreocupada, girándose hacia ella—. Lo más malo que me puede pasar es irme volando hacia el centro comercial. Ahí puedo comprar un paraguas.

DelincuenteOnde as histórias ganham vida. Descobre agora