White Wolf: Compañeros (Lb 3)

Ayúdame

EMMA

La puerta de mi oficina se abrió de golpe.

Casi me da un infarto.

Estaba tan concentrada en el trabajo que ni siquiera oí a nadie acercarse a mi oficina.

"Diosa, Amy" - Dije, poniendo mi mano sobre mi corazón - "Me vas a dar un ataque al corazón".

"Emma, cariño, ¿Qué pasa?" - Oí la voz de pánico de Logan en mi cabeza.

"Estoy bien" - Lo vincule - "Amy irrumpió en mi oficina. Yo estaba concentrado en el trabajo, y no la oí llegar"

"Diosa, nena" - murmuró Logan - "Me he asustado mucho"

"Lo siento" - Dije - "No pasa nada. No te preocupes"

"Siempre me preocuparé, cariño" - Dijo Logan suavemente - "Ese es mi trabajo"

"Te quiero" - Le dije.

"Yo también te quiero" - Respondió en voz baja.

Corté nuestro enlace mental y me centré en Amy.

Ella enarcó una ceja y se sentó en el sofá.

"¿No me has oído llegar?" - preguntó - "¿No eres un hombre lobo?".

"Estaba concentrado en el trabajo" - Suspiré - "¿En qué puedo ayudarte?"

"Trabajas demasiado, Emmy" - Amy suspiró, frunciendo el ceño - "Ese día de chicas no fue suficiente. Necesitas tomarte un pequeño descanso".

"Me tomaré un descanso cuando todo esté hecho" - Dije, reclinándome en mi silla - "Tengo demasiado que hacer para siquiera pensar en tomarme un descanso".

"Estás dirigiendo una manada" - Amy suspiró, poniendo los ojos en blanco - "Siempre habrá algo que hacer".

Suspiré y me pasé los dedos por el pelo.

"Lo sé." - murmuré - "Sólo quiero ser una buena Luna, ¿sabes? Quiero que los miembros de mi manada lo tengan todo. Quiero que los cuiden. Quiero que vivan en una buena manada. Quiero que sean felices".

"¡Eres una gran Luna!" - exclamó Amy mientras se levantaba y venía a sentarse en una silla frente a mi escritorio - "¿Me estás tomando el pelo? Los miembros de nuestra manada te adoran".

Una pequeña sonrisa se dibujó en mi cara.

"Pero no puedes ayudarles si te pones enferma, Emmy" - Amy continuó suavemente - "Y vas a enfermar si sigues así. ¿Has comido hoy?"

Me mordí el labio inferior y negué con la cabeza.

"Diosa, Emma" - Amy suspiró, poniendo los ojos en blanco. Se levantó y se acercó a mí. Me cogió de la mano, me levantó, y empezó a llevarme fuera de mi oficina.

"¿Adónde vamos?" - Le pregunté, tratando de sacar mi mano de su apretado de su apretada mano - "No puedo irme todavía, Amy".

"Vamos a la cafetería" - dijo Amy con severidad - "Tú comes, y nosotros hablaremos de mi problema".

"Pero..." - Intenté argumentar, pero Amy me interrumpió.

"Sin peros" - dijo mientras se detenía frente al despacho de Logan.

Abrió la puerta y entró, arrastrándome detrás de ella. Logan estaba sentado en su mesa con un montón de papeles delante. Ya nos estaba mirando. A diferencia de mí, nos había oído llegar. Una de sus cejas se levantó y sus ojos se centraron en la mano de Amy en mi brazo.

Le noté tenso. Me di cuenta de que no estaba seguro de si debía reaccionar o no.

"Hola, Alpha." - Amy dijo - "Sólo quería hacerle saber que estoy llevando a tu compañera a almorzar. No ha comido nada hoy".

Los ojos de Logan se clavaron en mí.

"¿No has comido?" - gruñó.

"No he tenido tiempo de comer" - Me defendí - "Tenía demasiado trabajo que hacer".

Logan suspiró y miró a Amy.

"Llévatela" - ordenó - "Cuando termines de comer, llévatela a casa".

"Pero tengo..." - Intenté discutir, pero Logan me interrumpió.

"Puede esperar, Emma" - Logan dijo, volviendo a mirar los papeles frente a él - "Ve a comer y espérame en casa. No tardaré".

Amy sonrió y me sacó del despacho de Logan.

Resistí el impulso de suspirar y poner los ojos en blanco.

"Entonces, ¿de qué querías hablarme?" - Pregunté mientras Amy y yo caminábamos hacia la cafetería.

Amy suspiró y me miró.

"Drake viene mañana" - murmuró.

Arrugué las cejas. ¿No era eso algo bueno?

"Estoy nerviosa" - dijo Amy al ver mi expresión de confusión.

Oh. Cierto. Drake probablemente iba a pedirle que fuera su pareja elegida. Sonreí y choqué mi hombro contra el suyo.

"Alguien va a tener pareja" - Dije feliz.

Llegamos a la cafetería y Amy me abrió la puerta. La vi poner sus ojos, y me hizo reír. Nuestra mesa habitual no estaba ocupada, así que nos sentamos y esperamos a la camarera.

"Estoy tan contenta" - dijo Amy - "Pero también estoy muy nerviosa. ¿Qué debo ponerme?"

Me reí y negué con la cabeza.

"¿Te va a llevar a algún sitio?" - pregunté, inclinándome hacia ella.

"Sí" - Amy sonrió - "Me va a llevar a cenar, pero no me dio detalles".

"Parece que necesitarás ayuda para prepararte" - Le dije, sonriéndole.

Amy se acercó a la mesa y tomó mis manos entre las suyas.

"Sí, Emmy" - exclamó dramáticamente, haciéndome reír - "Ayúdame, por favor, por favor. Necesito tu ayuda".

Me reí entre dientes y asentí.

"¿Tienes un vestido?" - pregunté - "¿O quieres que te preste el mío?".

Amy soltó mis manos y se reclinó en su asiento. Se mordió el labio y arrugó las cejas.

"Eres mucho más baja que yo" - dijo - "Creo que la mayoría de tus vestidos apenas me cubrirían el culo".

Suspiré y puse los ojos en blanco - "No soy tan bajita".

Amy quiso decir algo, pero fue interrumpida por la camarera.

"Hola Luna, hola, Amy" - Dijo Megan con una pequeña sonrisa en la cara.

"Siento mucho la espera. ¿Qué te sirvo?"

"No tienes que disculparte, Megan" - Dije devolviéndole la sonrisa - "patatas fritas y un refresco, por favor".

"Logan me matará si te dejo comer sólo patatas fritas" - Amy suspiró - "Una hamburguesa también. Yo tomaré lo mismo".

"De acuerdo." - Dijo Megan mientras anotaba nuestro pedido - "Dos papas fritas, dos hamburguesas y dos refrescos".

"Sí." - Dijo Amy, sonriendo a Megan.

"Gracias." - Le dije.

Ella nos dio una pequeña sonrisa y se alejó.

"Entonces, ¿quieres que te preste uno de mis vestidos o no?" - Le pregunté, levantando una ceja y sonriendo a Amy - "Estoy segura de que a Drake no le importaría ver tu trasero".

Estaba tan emocionada por ella. Ella era una persona increíble, y se merecía un hombre que la amara y la apreciara. Estaba tan contenta de que hubiera encontrado a Drake. Estaba tan contenta de que fuera feliz. Quería lo mejor para mi amiga, y estaba tan feliz de que ella lo conseguiría. No se merecía menos.