El Campo

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EMMA

Me quedé sin aliento y abrí los ojos.

Estaba tirada en el suelo, rodeado de hierba blanda. Hacía cosquillas y acariciaban mi piel. Podía oír el arroyo cerca. Podía oler las flores a mi alrededor. Podía sentir el cálido sol en mi piel.

¿Dónde estaba?

No había ningún arroyo cerca de la empacadora. No había flores en el campo detrás de él. Hoy no había sol.

Fruncí el ceño y me senté.

Me quedé sin aliento. Conocía este campo. He estado aquí antes. He estado aquí cuando Samuel me secuestró y cuando soñé con Logan.

Era el mismo campo. Estaba segura de ello. Nunca lo olvidaría. Llevaba el mismo vestido amarillo que me puse la primera vez aquí. Todo era exactamente igual.

Escuché un gemido a mi derecha y me estremecí.

Era Nathan. No estuvo aquí conmigo la primera vez. ¿Por qué estaba aquí? ¿Dónde estaba Logan? Quería ver a Logan.

Me levanté de un salto y me alejé de él. Traté de encontrar mi magia, pero no podía sentirla. Nathan miró a su alrededor hasta que sus ojos se posaron en mí. Sus ojos se abrieron de par en par.

"¿Dónde estamos?" - murmuró, sin apartar los ojos de mí.

Algo era diferente. Mi cuerpo no reaccionó a su mirada. Mi cuerpo no reaccionó a su voz. Podía olerlo, pero su olor no creaba hormigueo en el estómago. Algo era muy diferente.

"¿Dónde estamos, Emma?" - repitió la pregunta y se puso de pie.

Me alejé de él.

Frunció el ceño y me miró de arriba abajo. Lo vi tomar una respiración profunda. Sus ojos se abrieron de par en par. ¿Notó él también la diferencia?

"No te voy a hacer daño" - murmuró en voz baja, con la voz entrecortada por la culpa y el dolor.

Escuché pasos detrás de mí y me di la vuelta abruptamente.

¿Era Logan? Oh, Diosa, por favor, deja que sea Logan.

"No soy Logan, pero lo verás pronto" - dijo una mujer en voz baja

Era hermosa. Su cabello era casi blanco. Fluía por ella como suaves olas. Sus ojos eran azules y brillantes. Tenía rasgos suaves. Su piel se veía suave y quería tocarla.

"Gracias, Emma" – dijo - "Creo que tú también eres hermosa".

Mis ojos se abrieron de par en par. ¿Me estaba leyendo la mente?

Ella se rio entre dientes y asintió.

"Sí, Emma" – dijo - "Te estoy leyendo la mente".

Me quedé helada. ¿Cómo fue posible? ¿Era...?

Miró detrás de mí y sonrió.

"Sí, Nathan, soy la diosa Luna" - dijo, haciendo mis ojos ensanchar.

¿Qué? ¿Cómo demonios, era posible? ¿Estábamos realmente hablando con la diosa Luna en este momento? Era un sueño. Tenía que ser un sueño.

Espera...

¿Y si no fuera un sueño? ¿Y si estuviéramos muertos? ¿Estábamos muertos? ¿Lo hice? ¿Nos mate a los dos con mi magia?

¡Oh, Diosa! ¡Logan!

"No estás muerta, Emma" - dijo, mirándome - "Has estado aquí antes, ¿no te acuerdas?"

Fruncí el ceño. ¿Eso era real? ¿Eso no era un sueño?

White Wolf: Compañeros (Lb 3)Where stories live. Discover now