Otra vez. (Tmnt2012 Donatello x T/N)

Descubierta.

Narrador:

-Se ha estado comportando muy extraño -Confesó el chico-. Desde hace un mes, huye de nosotros, no quiere ir a patrullar y se volvió muy reservada, es como si la T/N que conocí ya no existiera

-También lo noté Donnie, quizás sea por el trauma que sufrió en la dimensión x, aunque no lo recuerde su cerebro parece estar en modo automático

-Me preocupa mucho -Soltó un suspiro.

-Dale tiempo, ella se pondrá mejor, ya verás -La pelirroja sonrió.

-Tienes razón -El castaño también sonrió y luego alzó un tubo de ensayo con un líquido púrpura-. Ya está listo, aquí voy -Tomó aire, apretó los labios y dejó caer la sustancia sobre sí mismo.

Una luz verde se hizo presente, por lo que la pelirroja cerró los ojos y trató de cubrir su rostro con una mano. Cuando la luz disminuyó, se descubrió el rostro.

-¿Resultó? -O'Neil abrió los ojos. Una mueca de felicidad se hizo presente en su rostro.

-¡Donnie eres tú otra vez! -La chica tomó un espejo para mostrarle su reflejo.

-¡Lo hice! ¡Soy yo otra vez! -Celebro el mutante emocionado-. No me volveré a quejar de mi aspecto

-Debemos decirle a los chicos -Ambos salieron del laboratorio-. Oigan, Donnie regresó a la normalidad -Leonardo, Raphael, Miguel Ángel y Casey miraron al mencionado, felices de verlo en su aspecto original.

-¡Donnie! -El de banda naranja abrazó a su hermano-. Eres tú otra vez

-Ya te habías tardado Nerd -Comentó el de banda roja sonriendo.

-Buen trabajo Donnie -Felicitó el de banda azul.

-Ahora solo hay que decirle a Splinter, que por cierto ¿Dónde está? -Preguntó el de banda morada.

-En el dojo, con T/N -Contestó Casey señalando el lugar.

Por su parte, sensei y pupilo tomaban un pequeño descanso, luego de un entrenamiento. La azabache observaba a su maestro, llevaba apenas unos minutos tratando de hablar con él, pero le costaba hacerlo, pues no estaba segura de cómo este tomaría la situación.

-Puedo notar que estás nerviosa, ¿Sucede algo? -Informó el mayor sentándose junto al árbol.

-Lo siento sensei, es solo que... quiero hacerle una pregunta -Confesó sentándose frente a él.

-Puedes hacerla

-Sensei, usted... -Cerró la boca. Su interior pedía que confesara su situación, después de todo, era el único que no la rechazaría. Pero tenía temor creía que si era sincera, reaccionaría de forma negativa-. ¿Puede contarme otra vez la historia de como me encontró?

El mayor le dio una mirada de sorpresa, puesto que esperaba una pregunta diferente, sin embargo, solo asintió.

-Un año después de que me instalé con tus hermanos aquí en las alcantarillas, salí a buscar comida, como todas las noches, caminé por medio de las vías del subterráneo, era una de las zonas menos frecuentadas por los humanos. No obstante, esa noche, un llanto me detuvo, una caja de cartón con una pequeña que tenía frío, miré a mi alrededor pero todo estaba solo, así que seguí mi camino, con la esperanza de que alguien más te encontrara, sin embargo, cuando regresé, seguías ahí, llorando, fue entonces cuando tomé una decisión, te cargué y te traje a las alcantarillas, para cuidarte con el mismo amor con el que cuidaba a tus hermanos -La chica bajo la mirada, pues una presión en su pecho se hizo presente-. ¿Sucede algo hija mía?

-No sensei -Contestó negando.

-Puedo ver que estás angustiada, ¿Hay algo que te preocupe? -Insistió-. Tu mirada parece querer confesarlo -La conocía demasiado bien.