Capítulo 8: Oportunidad

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Los minutos se convirtieron en horas, las horas en días y los días en meses. Cuando menos lo hubo esperado ya había pasado cuatro meses desde ese día. Cuatro meses que Pierre llevaba trabajando en las minas reales; cuando se hubo recuperado en su mayoría lo mandaron inmediatamente a trabajar (o más bien a esclavizar) de minero en la propia mina de la reina, mina donde se extraía la plata y oro para los caprichos de su majestad.

Había una gran cantidad de trabajadores, pero la mayoría de ellos era personas desesperadas por conseguir dinero. Trabajar ahí era como convertirte en esclavo a voluntad, pero a cambio su familia recibía una considerable cantidad de dinero, no tanto como otros trabajos, pero si lo suficiente para sobrevivir. Los hombres entregaban su vida bajo tierra, no se les permitía ver a su familia y mucho menos tomar días de descanso, trabajaban desde el amanecer hasta altas horas de la noche, y solamente tenían descanso para comer e ir a hacer sus necesidades, después de salir de la mina los llevaban a los "dormitorios" que parecían más celdas donde había cuatro camas y un baño.

Esta era ahora la vida del ladrón, forzado a trabajar y al contrario de sus compañeros, Pierre no recibía la paga que todos sino que su paga era el perdón de la alta sociedad y su vida. Él sabía que tenía que salir de ahí, su hijo no podría sobrevivir sin dinero, ni siquiera tenía la mínima idea de que siguiera vivo, era probable que Rosa se encargara de él, pero tarde o temprano el dinero les escasearía.

Una noche dentro de su dormitorio, justo cuando Pierre pensaba en los últimos detalles de su plan de escape, uno de los guardias que monitoreaban a los trabajadores se acercó a su puerta.

—Trabajador 478, el jefe quiere hablar contigo

Sus compañeros de cuarto ni siquiera lo miraron, era muy común que los altos rangos los mandaran a llamar, pero para Pierre esta era la primera vez.

Al llegar a la oficina, no era el jefe quien estaba sentado en la silla frente al escritorio sino que era el príncipe.

—¿Qué quieres?— Pierre no tenía ninguna intención de tratarlo con respeto

—¿Así es como agradeces a tu salvador?

—¿Esperabas que en cuanto te viera me pusiera de rodillas y besara tus estúpidos zapatos?

—Me encantaría ver eso— el príncipe soltó una sonrisa maliciosa— pero por desgracia no vengo a escuchar tu gratitud, sino que vengo a salvarte el pellejo una vez más— el príncipe se levantó y caminó hasta él. Como siempre, su traje era impecable; azul rey con toques plata, que diferencia a Pierre que llevaba días sin un baño adecuado y ropa nueva.

—¿qué quieres decir?

—Cada cierto tiempo la guardia real crea una serie de pruebas para poder reclutar nuevos miembros, y para nuestra suerte esas pruebas comenzarán en una semana. No todo el pueblo sabe porque no son para cualquier persona, la mayoría de los que pueden entrar a participar son personas de clase media y estudiantes de la real academia. Sin embargo, gracias a mi gran intelecto y carisma soy capaz de mover algunos hilos para que tu nombre pueda aparecer entre los participantes.

—¿y eso en qué momento me salvará el pellejo? Seguiré siendo un asqueroso esclavo de la reina—contradijo Pierre

—Verás, mi querido amigo...

—No soy tu amigo

—Bueno, mi querido no-amigo. Una vez que entres en el palacio como guardia tendremos más oportunidad de que te escapes, ya que tendrás mucha más libertad de la que puedas llegar a tener aquí. Podrás salir del palacio cada cierto tiempo y visitar a tu familia y al poco tiempo podré sacarte.

—bueno, suena mejor que pasar toda la vida pudriéndome en este lugar

—claramente

—Pero, la reina me odia ¿qué pasará cuando se entere que me sacarás de aquí?

—No te preocupes por eso— le restó importancia el príncipe— ya lo tengo cubierto. Solo que es un plan súper secreto que no le puedo decir a nadie

—No tienes la más mínima idea ¿verdad?

—No tengo la más mínima idea. Pero no te preocupes, se me ocurrirá algo pronto— dijo Andro con demasiada confianza, Pierre simplemente rodó los ojos.

¿Podría dejar en manos de ese tipo su futuro? A pesar de su apariencia elegante no parecía bastante listo. Pierre soltó un suspiro cansado. Aunque este plan aún estuviese en proceso y no fuera nada elaborado ni garantizado, era la mejor opción que tenía para no pasar toda su vida en las minas. Podría salir y ver a su hijo, y al poco tiempo podría salir de ahí e huir de nuevo a un lugar lejano...huir de nuevo...parecía que no importara a donde fuera, su historia siempre se repetía.

—Está bien— aceptó finalmente el ladrón—¿qué tengo que hacer?

—Por ahora nada, espera algunos días, dos cuando máximo, hasta que venga por ti, te llevaré al castillo y ahí te esconderás hasta que la prueba comience. Para cuando haya venido por ti ya estarás en la lista de prueba— Pierre asintió comprendiendo.

Hubo un silencio entre ambos hasta que Pierre habló

—¿por qué haces todo esto?

—¿a qué te refieres?—preguntó de regreso el príncipe

—¿por qué me ayudas?

Andro se quedó pensando un momento antes de contestar

—No se, simplemente desperté y pensé "vaya quiero ayudar a un vago"

—No soy un vago

—Pareces uno, ya ni puedo diferenciarte del carbón de toda la tierra que tienes encima—Pierre soltó por primera vez una pequeña risa. Tenía razón, ya necesitaba un baño con urgencia—Solo una cosa más—hizo una pausa como si se estuviera pensando en hacer o no la pregunta— Creo que sería lo justo que volviéramos a empezar ¿no crees?

El príncipe extendió una mano

—Andro Pennington

El ladrón se la estrechó

—Soy Pierre

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Un poquito cortito muy importante.

Que ya se besen, ea no es cierto, a un falta un ratito. Eniwais yo quiero mucho a mis niños, espero que en el futuro no sufran...tanto

Ángel fuera

Mi única vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora