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Nadie sabía cómo, ni nadie imaginó que Jaehyun haya cocinado para Taeyong y su futuro hijo. Para Jaehyun, cocinarle a alguien era una revelación de confianza y amor.

Pero ahí estaba, intentando hacer algo dulce para los antojos de Taeyong. Hace un par de días el dulce chico le había comentado sobre su gran afán por las masas dulces rellenas de crema pastelera, por lo que ahí estaba, rellenando panecillos dulces horneados por él mismo. Terminó totalmente alegre de su resultado.

Corrió a la habitación de Taeyong con un par de pastelillos en un plato, quien con siete meses de embarazo planchaba las prendas usadas por ambos.

—Taeyong-ah.— Llamó, dejó el plato a un lado y suspiró.— Te dije que me dejaras eso a mí, no debes esforzarte.

Lee sonrió avergonzado. —Lo sé, es sólo...¿Cómo te dejaré hacer todo solo?

—Lo haré.— Se acercó a él y lo tomó por la cintura, antes de darle un besito esquimal, sonriendo cuando sintió en su abdomen cómo la panza de siete meses los separaba.

Los besos esquimales se habían transformado en una tradición para ellos, Jaehyun adoraba sentir la piel suave y lechosa contra su piel, por lo que cualquier tacto lo hacía feliz.

—En nuestro contrato decía claramente que trabajarás hasta los siete meses.

—¿Por qué no dejas de regañarme y me das a probar lo que estabas cocinando? Huele muy bien.— Hizo un puchero.

Jaehyun sonrió antes de buscar el platillo y volver, sorprendiendo a Taeyong. —Se ven deliciosos.— Halagó como un niño.

—Los preparé para ti.

—No era necesario, pero gracias.— Taeyong se sonrojó antes de tomar uno de los panecillos y probarlo, se sorprendió del buen sabor, y no se dio cuenta cuando se lo había terminado.

—Supongo te gustó.— Sonrió Jaehyun, orgulloso de sí mismo.

—Están realmente deliciosos.— Sonrió.

Fue la semana siguiente en que Jaehyun contrató un hombre, Alfa, para que lo ayudara con un par de negocios en casa.

Taeyong nunca tuvo la oportunidad de verlo, pues en estos últimos meses el dolor de cuerpo lo estaba matando, además de que era la timidez en persona y por miedo se negaba a saludar. Pero un día que bajó por un vaso de agua, sintió un aroma extrañamente familiar. No quería afirmar nada, pero temeroso nunca quiso averiguar quién era aquel Alfa.

Fue hasta que Jaehyun lo llamó y con su panza de casi ocho meses bajó, y se encontró con Minhyuck.

El padre de su bebé, quien le sonrió levemente antes de acercarse. Taeyong corrió tras Jaehyun y se escondió.

—Vamos, cariño, no seas tímido-

—¿Cariño?— Minhyuck frente a él comenzó a reír. —Taeyong, realmente no esperé que seas un suelto.

—¿Tú-?— Entendió todo en un lapso de silencio, Jaehyun tomó al mano de Taeyong buscando tranquilizarlo.

—¿Tú qué derecho tienes a tocarlo?

—Soy el padre de ese bebé, es mí casa, y es mí novio.— Amenazó, acercándose sintiendo la ira en su cuerpo.

—Hey, amigo, ¿Quieres pelear? Podría denunciarlos y quedarme con ese niño.

—Soy su padre.— Gruñó.

—¿Padre? Ese cachorro lleva mi sangre. Al parecer Taeyong lo único que hizo fue engañarte.

—Pero tiene mi lazo.— Dijo. —Y denúnciame, si así quieres. Porque el lazo con ese niño lo tengo yo, no creo que al juez le gustaría saber qué tengo pruebas de tu abandono hacia mi cachorro.

—¿Tu cachorro?— Minhyuck comenzó a reír.

Jaehyun sintió su sangre hervir y a su Alfa gruñir ante la duda, se acercó a golpearlo, pero el agarre de Taeyong cada vez más fuerte en su brazo lo hizo volver a su lugar. Lee se estaba desesperando, no sabía qué hacer ahora, ¿Qué pasaría si el mundo se entera que el señor Jeong tiene una pareja?, ¡Y peor!, esa pareja esperaba un cachorro.

—¡Lárgate!— Taeyong gritó.

—Está bien, me voy, pero que conste que me molestaré en publicar todo esto.

Taeyong se alarmó. —¡Minhyuck, no-!

—Publícalo.— Jaehyun aprovechó su estatura para intimidarlo. —Me importa una mierda la opinión de los demás sobre esto.

—Bien.— Y se fue.

Taeyong comenzó a sollozar, jugaba con sus manos hasta que Jaehyun lo tomó de las muñecas.—¿Qué has hecho? ¿Cómo dejas que él se vaya y publique todo? Tu carrera se arruinará por mi culpa, nadie quiere verte con un hijo ni con un novio.

—Taeyong.— Lo tomó del rostro. —¿Por qué me avergonzaría de esto?

—N-No lo sé, piénsalo, tú eres alguien importante y adinerado, y yo solo... soy yo.— Bajó la mirada.

—Nunca vuelvas a decir eso.— Jaehyun lo miró. —Eres la persona más hermosa que he conocido, eres quien ha alegrado mis días desde que te conocí, nunca te menosprecies. Tarde o temprano se van a enterar todos, con o sin Minhyuck presente.

Jaehyun secó sus lágrimas con los pulgares, antes de llevar una mano a su vientre vestido.

—Yo los cuidaré.— Besó a Taeyong mientras la mano acariciaba el vientre. —Lo prometo.

Bebé [Jaeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora