CARINE SILVEIRA

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Carine

— Mi preciosa niña, realmente puedes ser lo que quieras Alanis

— Por lo menos tú si me apoyas con el sueño de ser modelo, mamá no lo dice pero se que no es algo que le emocioné y papá, ¡Dios mío! — exclama desesperada mi nieta

— Papá cree que ser modelo es andar desfilando en tanga y no es justo

¿Por qué tú si lo entiendes y ellos no?

— Porque a mí me hubiese encantado ser modelo — confieso con alegría viendo cómo ayuda a escoger las telas navideñas.

— Brasil es cuna de muchas cosas entre ellas tener modelos exitosas y reconocidas.

— Gracias por siempre contarme todo de ti abuelita, eres preciosa, claro que entiendo porque el abuelo te ama como a nadie.

— ¿Nunca te ha importado que Linda Jacobs si sea tu abuela y yo no? — le pregunto a la hija de mi capitana que me mira haciendo la que se desmaya.

— ¡No seas payasa niña!

— No soy payasa, soy casi una persona en coma de indignación, ¡¿Cómo puedes decirme eso?!

— Amo a los abuelos, los amo a todos y no puedo ser más afortunada de tener tanto amor a mi alrededor, militares y mafiosos amando a su familia como nadie.

— Tu eres la mamá de mi mamá, ella te adora y nosotros te amamos porque no importa que tú no hayas gestado a mi mamá, no fue necesario porque tú la amas, has sido la mejor madre del mundo y aunque se que hay cosas del pasado de mamá que no nos quieren contar no los podemos obligar pero si nos gustaría saber.

— Para nada mi amor, Reece y yo adoptamos a tu madre y

Lo que digo queda a medias cuando mi nieta, la hija de mi bella Zeffa me besa la mejilla y me abraza con toda esa dulzura que a mi nena la caracteriza haciendo que le agradezca a la vida cada oportunidad que me ha dado para ser feliz.

— ¿Que paso con la capitana antes de llegar a sus vidas? — escucho a Alanis y realmente hay cosas que es mejor que queden para uno mismo.

— Es muy simple muñequita, yo llegue a la vida de Reece huyendo de la maldad para salvar mi vida y la de tu tía Lara — veo como se le abren los ojos y se sienta en el suelo para escuchar

— Tu misma lo has dicho mafiosos y militares, yo estuve casada con un hombre despreciable antes de encontrar la paz y el amor — continuo sin que ella lo pueda creer.

— ¿Estuviste casada antes del abuelo?

— Si, yo me case primero con ese lado de la mafia chica, más que nada una organización donde un hombre me destrozó la mitad de la vida, cuando el mato a mi hija en el vientre — duele recordarlo pero ya no lloro como hace tantos años.

— Abuela, ¡Dios mío! ¿De que hablas?

— De lo que quiero que sepas, de lo único que debes de saber, yo amo a tu madre por encima de todo por ser una gran hija, una gran madre, una gran mujer y sobre todo una guerrera de la vida, a Zeffa también le hicieron daño — veo las lágrimas en sus ojos.

— ¿Mataron a su bebé?

— No, pero la gente mala quiso matar su espíritu, ella jamás lo permitió, por encima de todo nunca perdió su sonrisa bella con sus hoyuelos hermosos.

— Hay mucha maldad mi amor, es verdad pero lo que tú y tu hermano deben tener claro es que tú madre lucho por todo y contra todo, que nadie es más valiente que ella, que Reece y yo elegimos como hija porque ha sido un regalo para nosotros así como ustedes, lo que deben tener en cuenta es que la capitana dejo el alma el ejército, dejo el alma en sus actos heróicos y dejo el alma para amar a su esposo y a sus hermosos hijos.

— ¿Que más quieres saber Alanis?

— Ya lo sé todo — me dice haciendo que el corazón se me pare.

— Lo se todo, mamá y tú son las mejores mujeres del mundo para mí, tienes razón, no necesito saber más, solo tengo que adorarlas como lo hago — se limpia las lágrimas.

— Siempre las he admirado y ahora más, espero que ese hombre se esté pudriendo en el infierno porque si no es así — escuchamos la voz de Reynaldo que está rojo de ira

— ¡Mi niño! — lo abrazo viendo cómo sus puños se aprietan con furia.

— ¿Quien te hizo tanto daño abuela? ¡Dime quién fue!

— Tranquilo, tranquilos mis tigres hermosos, ese hombre y todos los que han querido acabar con nosotros ya son mala historia del pasado, ellos están en los infiernos a dónde pertenecen y nosotros estamos aquí, juntos — los abrazo calmando a mis adorados nietos.

— Nosotros solo debemos estar atentos y cuidar nuestra felicidad y la de nuestra familia.

— Los amo tanto, verlos crecer en el cuerpo de mi chiquita ha sido de las cosas más hermosas que me ha pasado en la vida y por eso digo que solo me robaron la mitad de lo mío, lo demás fue devuelto con creces.

— Te amamos abuela, eres la mejor.

— ¿Que sentiste cuando conociste al abuelo?

— A primera vista que ese hombre tenía los brazos más increíbles del planeta — me rio con ellos con fuerza.

— Brazos fuertes pero brazos que con el carácter que tiene y la situación en la que estábamos me podían destrozar en cualquier momento, pero ese hombre es demasiado único y caballeroso como para lastimarme, a pesar de muchas cosas él siempre me cuidó — recuerdo con felicidad.

— Con la convivencia, entendí que por primera vez en la vida estaba conociendo el amor de un hombre y desde ese día nunca más volví a sentir igual, Reece Black y ustedes son mi premio mayor, de eso no tengo dudas..

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⏰ Last updated: Jan 04 ⏰

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