♛ 15: La felicidad. ♛

86 13 5
                                    


El rey MinHo se encontraba cada vez más estresado a medida que pasaban los días. La guerra suponía un caos constante, con un flujo interminable de malas noticias. La triste realidad era que muchos valientes alfa estaban perdiendo la vida en el frente, y no importaba cuántos militares experimentados pusiera a cargo, ninguno llegaba al nivel de Min NamJoon. Tenía que admitirlo, aunque eso le revolviera las tripas.

Así mismo la búsqueda de los príncipes se estaba convirtiendo en su peor talón de Aquiles, ya que, no podía tener su foco de atención en tantos acontecimientos al tiempo. Su guardia no podía hacer mucho más, que repartir volantes e informar a los ciudadanos; así que SeokJin era su última esperanza más desde su partida, ni siquiera una carta había recibido de su parte por lo que estaba comenzando a agobiarse. Sentado en el trono con su expresión cargada de preocupación, mantenía su rostro cada vez más lleno de venas negras, y tonos violáceos, que dominaban uno de sus ojos hasta obstruirle la visión, respiraba pesadamente a medida que escuchaba queja tras queja de sus súbditos, aunque sus pensamientos estuvieran bastante revueltos debía continuar.

—Debido a la guerra, Su Majestad, la escasez de alimentos está empeorando. La mercancía no está llegando a su destino y nuestra economía está en un declive alarmante. —mencionó un alfa que estaba al fondo de la sala—, en unos meses, los ciudadanos van a morir de inanición.

—Estoy consciente de ello —suspiró con pesadez—. Enviaremos más hombres al frente para combatir, y pronto encargaré una misión a mis fieles eruditos para entablar alianzas con países cercanos que puedan ayudarnos con sus alimentos. Buscaremos todas las posibles soluciones para sobrevivir a esta difícil situación, yo no permitiré que nada malo le ocurra a nuestro reino.

En toda la estancia reinó un silencio cargado de dudas y algo de temor, no es como que desconfiaran de su rey, pero estaban cada día más alejados de ganar, y eso le ponía los vellos de punta a más de uno, que sus tierras pasaran a manos de los chinos era una completa aberración.

—Su Majestad, me han llegado rumores de que los príncipes han sido avistados en aldeas vecinas —mencionó otro, logrando que su único ojo sano brillara con deleite y su expresión se iluminara sobre manera con un toque de malicia.

—Perfecto, enviaré una tropa para que los rastreen nuevamente, y también enviaré otro grupo pequeño al palacio de verano. No pueden haber llegado muy lejos.

—Por último, permítame felicitar a Su Majestad por el nacimiento de su nuevo heredero —soltó el padre de Kim SeokJin, logrando que más de uno aplaudiera las buenas nuevas que no habían tardado mucho en propagarse por la capital.

—Muchas gracias —sonrió orgulloso.

Y con ello se dio por finalizada la reunión de ese día. Tras despedirse con sutileza, el rey Min Ho caminó lentamente hacia el exterior del salón, seguido por WooBin, quien parloteaba sobre el resto de la rutina del día. No obstante, el consejero real guardó silencio cuando se encontraron con la reina en los jardines aledaños. A la pobre mujer ya se le notaba más su embarazo, y eso le hizo sentir un escalofrío recorriendo su espina dorsal.

—Mi rey, ¿puedo acompañarlo en su caminata? —pidió la mujer brindándole una linda sonrisa, que le derritió el alma al alfa dominante. Mientras que a WooBin solo logró ponerlo de los nervios.

—Estaría encantado, Wheein querida.

Ambos reiniciaron la marcha sin mucho afán, seguidos por sus sirvientes y un WooBin que fingía no mirarlos, pero de tanto en tanto sus ojos terminaban en el semblante elegante y pulcro de su reina.

—¿Cómo llamaremos a nuestro bebé? —preguntó ella.

—¿Qué te parece HaeRin si es niña?

—¡Me encanta!

FREEDOM ♕ [NAMGI] OMEGAVERSE +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora