♛17: El mensaje. ♛

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El viaje de regreso al palacio real fue eterno para los príncipes.

Min YoonGi a pesar de recibir el trato cordial de siempre por ser el heredero, lograba notar en las miradas de su servidumbre, algo de recelo, desconfianza, pero sobre todo que le juzgaban con dureza en su fuero interno, mientras le sonreían o hablaban con amabilidad. Esas actitudes le estaban poniendo paranoico, podía sentir como Min NamJoon intentaba calmarle a través su lazo, más no era suficiente, se sentía desamparado, y débil.

Para su alivio el único que seguía siendo genuino, era Jung Hoseok, quien le acompañaba a todo lado, cuidaba de él e intentaba animarlo, pero a YoonGi le costaba resurgir, volver a ser su antiguo yo. En especial, porque había un gran muro entre él y su destinado, este era nada más ni nada menos que Kim SeokJin, quien había osado amarrar las manos de NamJoon con gruesas cuerdas, llevándolo como un prisionero por la guardia real, y aunque había intentado más de una vez acercarse era prácticamente imposible, porque alguien terminaba arrastrándolo lejos a pesar de sus suplicas, y si no obedecía NamJoon recibía represalias, como insultos, bofetadas y en los momentos de tensión más extrema, latigazos en su espalda. Sinceramente era un infierno, NamJoon ya no era de su mismo estatus, era un traidor para la visión de todos, y eso le dolía sobre manera, porque no había absolutamente nada que pudiera hacer.

Creyó como todo un ingenuo que al llegar a su hogar las cosas mejorarían, pero solo fueron a peor, y su ansiedad le comenzó a cobrar factura, sus uñas estaban mordisqueadas al punto de sangrar ligeramente, sus ojeras se marcaban notablemente de un tono violeta, y su cuerpo se notaba débil porque no le apetecía comer, más NamJoon estaban en condiciones mucho peores. Ambos parecían muertos en vida, mientras sus sentimientos más profundos se palpaban en su infinita conexión, en el silencio de sus almas.

Pero para los demás solo eran dos estúpidos que estaban arruinando el buen nombre de la casa real, por lo que, al ingresar al palacio por la puerta principal, el primer lugar al que visitaron fue la sala del trono, la estancia estaba sumergida en un absoluto silencio, rodeados de una ambiente helado a pesar de que la temporada ya era cálida, todos los ministros sentados en el suelo perfectamente, les miraron con decepción, pero la expresión que más aterrorizó a un ya espantado YoonGi, fue la de su rey y padre, Min Ho.

El mayor tenía el rostro crispado, su mandíbula tensa, su rostro deformándose poco a poco por la muerte lenta, ensombreciéndose, pudiéndose, pero a pesar de ello el odio con el que los observó de hito en hito, le hizo temblar las piernas al pálido, y rodear ligeramente su vientre con sus brazos, buscando desesperadamente protegerse. YoonGi se sintió mareado cuando la guardia real, lo empujó hacia el frente, quedando a los pies del Rey. A su lado, NamJoon con su expresión dura, miraba a su padre sin una pisca de arrepentimiento.

MinHo se levantó paulatinamente, y bajó escalón por escalón hasta que se plantó frente a NamJoon, dejando sin aliento a YoonGi con su fuerte presencia, y lo agrio que expelía su aroma para hacerse respetar.

—Realmente, eres una gran decepción para la casa real, eres lo peor que le ha podido ocurrir a esta familia, solo causas problemas y manchas nuestro apellido. Mereces que te asesine —escupió el rey, apresando con violencia el rostro de NamJoon, clavándole sus uñas en sus mejillas, sin embargo, NamJoon no se inmutó ni un ápice.

—¡No, su majestad! —chilló YoonGi tirándose desesperado hacia su padre, quien con una mirada venenosa lo hizo retroceder—. Por favor, se lo ruego... No lastime a NamJoon...

—¡Cállate, Min YoonGi! No tienes derecho a abrir tu sucia boca, si no quieres dejar de ser el heredero, mejor coopera con mis decisiones, yo sigo siendo el rey, no tu —bufó completamente indignado.

—Su majestad, lo lamento —susurró YoonGi bajando su mirada al suelo, su cuerpo temblaba y su corazón latía desesperado en su pecho, podía prever lo peor, por lo que con su voz débil logró decir—: todo lo que hicimos fue demasiado imprudente, nos equivocamos, por favor, tenga piedad de nosotros...

FREEDOM ♕ [NAMGI] OMEGAVERSE +18Where stories live. Discover now