Capítulo 51 ༒

943 107 24
                                    

Al final no dormí haciendo ese proyecto, no era tan complicado, sino que escribía una palabra y lloraba media hora.

Hasta hace poco juraba que llorar por alguien era una estupidez, en cambio, el llanto que no me ha dejado dormir y por el que tengo anemia me cerró la boca.

Mamá me hizo tomar unas vitaminas porque dijo que empezaba a verme pálida y se dio cuenta de que me mareaba cuando me ponía de pie.

Solo las tomé para darle gusto, porque tampoco iba a dejarme morir. Pienso volver a ser la que era.

Quiero continuar sin Darcy.

~ ⚝ ~

El miércoles, llegando a Blackjack, Liz me dijo que Isabel estaba aquí. La conocen como "la rubia", pero sabía de quién me hablaba.

—No tengo mucho tiempo —advertí al entrar al cubículo.

—Es que no sabía a dónde ir. Siento que Darcy otra vez me quiere dejar.

—Si quiere dejarte es por algo —Tomé asiento—. Tal vez deberías ponerle una correa.

—Hablo en serio. Sé que la furcia sigue detrás de ella...

—No vuelvas a decir esa palabra —interrumpí—. En serio no estoy de humor.

Se extrañó.

—Perdón, pero tú no la conoces, es una maldita bruja.

—¡¿Sabes qué?! —me puse de pie—. ¡Todos tienen un límite y tú llegaste al mío! ¡Ya me harté de ti y de tus malditas quejas y que te la pases insultándome!

Se encogió de hombros, con expresión regañada.

—Yo nunca te he insul... —guardó silencio cuando, fastidiada, me quité la peluca.

Se puso de pie, lento, observándome con cuidado.

—Eras tú —musitó—, todo este tiempo... —Asentí, mirándola. Sin más, me dio una bofetada que me volteó la cara, pero no me moví, solo regresé a ella—. ¡Eres una maldita porquería!

Enaltecí la cabeza, muy a pesar del dolor en toda mi cara.

—Aquí fue donde le dije a Gabriel que lo hiciera.

—Aquí... —se le fue la voz al comenzar a llorar a mares—. ¡Todo este tiempo me viste la cara! —habló con rabia.

—Nunca te pedí que vinieras aquí.

—¡¿Crees que eso te disculpa, idiota?! Creí que eras mi amiga —el dolor en su voz comenzó a quebrarme.

—Eso te lo creíste tú, yo nunca te lo dije.

Mirándome, con todo el deseo de asesinarme, tomó sus cosas.

—Te vas a arrepentir de esto —fue lo último que dijo antes de irse.

Me pasé las manos por el cabello, al gruñir por culpa del cólera conmigo misma. Esperaba con esta devolverle lo que me ha hecho, pero no.

Cada vez me siento mucho peor.

Me detesto por arrepentirme de haberla lastimado.

Abracé mi estómago, mientras lloraba. Si por mí fuera, me arrancaría la sensación de querer ir a disculparme con ella.

—¿Ahora qué pasó? —preguntó Circe desde la entrada. Negué porque no puedo decir nada, tengo el nudo en la garganta. La chica guardó silencio un momento—. Vete a tu casa —indicó.

No dije nada, solo la miré y, segura de que lo que necesitaba era irme de aquí, le tomé la palabra.

Solo me cambié de ropa, tomé mis cosas y me fui, pero no a mi departamento.

Blackjack | TERMINADA | ©Where stories live. Discover now