CAPITULO VI

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Ahora, en medio de esta completa soledad y alejada de la sombra de ser tu mejor amiga, recuerdo las mentiras que me conté y te conté. No puedo evitar reír y llorar al mismo tiempo mientras esas mentiras resurgen en mi mente. Como aquella vez que compré el mismo suéter negro, fingiendo que era de mi hermano y que lo llevaba porque tenía frío, cuando en realidad estaba asándome con él. Solo quería, aunque fuera por un momento, imaginarnos compartiendo algo más que una simple amistad.

SOMBRAS DEL CORAZÓNWhere stories live. Discover now