Capítulo.2

23 1 0
                                    

Lady Prunapisma se encontraba en el balcón de su habitación acompañada de su esposo Lord Miraz el cuál cargaba a su hijo, le estaba mostrando el reino.

—¿Dónde está Caspian? —pregunto Prunqpisma viendo a su esposo.

—Debe estar en sus clases —. Responde sin importancia Miraz, pone su mirada de su esposa.

—Miraz, nuestra sobrino no está en sus clases y mucho menos en el castillo. ¿Dónde está mi sobrino?

Miraz, no respondió se quedó callado, estaba buscando como mentir a su esposa, un rechinido de caballo hizo que ambos voltearan a ver a unos soldados, los cuáles fueron mandados por Lord Miraz para matar a su sobrino Caspian, Lord Miraz le entrega a hijo a su esposa.

—Creo que ya se dónde está  —Le responde, mientras le entrega al bebé y se va con los soldados. Mientras Lady Prunapisma lo ve confundida.

Cuando Lord Miraz llega a los establos rápidamente se acercó al caballo del principe.

—¡Aguarde! ¡Aguarde mi señor —le advierte el general Glozelle —No es lo que creé.

—Entonces, ¿qué es —pregunta.

—No lo sé con seguridad —le responde el general Glozelle, quién le hace una señal al soldado que hay junto al caballo. Esté levanta la capa, dejando a la vista algo que sorprende mucho a Miraz.

—Imposible —dice mirando a lo que hay debajo de la capa.

Por otro lado del castillo de los telmarinos

—Le advertí a este consejo cuando decidió confíar en Lord Miraz, de que traería consecuencias —esperta un Lord.

—¡No! No podemos acusar a Lord, sin tener pruebas —espeta otro Lord, defendiendo a Miraz.

—¿Cuánto tiempo vamos a escondernos en eso? —pregunta otro. —¿Hasta que éstos asientos estén vacíos?

Las puertas se abren, dando paso a Lord Miraz.

—Miembros del consejo, pido disculpas por el retraso, nadie me avisó que teníamos reunión —comenta, caminando hasta su asiento.

—Está muy ocupado, seguramente —dice sinceramente el Lord que avirtio al consejo.

—Desde que Caspian noveno falleció, se comparta como si fuera el rey—. Comenta otro Lord.

—Reciba mis condolencias, por haber perdido a su sobrino el heredero legítimo del trono...la misma noche que su esposa dió a luz con un hijo y hoy se cumple un año de que su hija dejo el príncipe Caspian—finaliza con una sonrisa burlona.

—Gracias, Lord Sopespian, la compasión que muestra es muy agradecer —. Responde Miraz serio.

—Confío en que nos dirá como ha ocurrido está tragedia —lo presiona Lord Sopespian.

En ese momento entra el general Glozelle. Lord Miraz se levanta de su asiento hasta caminar al centro de la sala.

—El principe Caspian a sido capturado...por Narnianos.

—Ha llegado ido demasiado lejos, Miraz —le dice uno. —¿Espera que creamos que los culpables son unos personajes de cuentos de hadas? Pregundo enfado.

Miraz hizo una señal e hicieron que hagan entrar al narniano que era un enano de cabello y barba rubio, el cuál va con pies y manos esposadas, y un pañuelo alrededor de la boca, impidiendo que hable. Así es, era lo que habían capturado los soldados y el consejo al verlo se asustaron. No podían creer lo que veían.

—Hemos olvido, que Narnia era una tierra salvaje —comienza decir Miraz. —Habían criaturas feroces en libertad —camina hasta el enano, el cuál está de rodillas en medio de la sala. —Nuestros antepasados, sacrificaron sus vidas para exterminar a estos monstruos —señalo al pobre enano —. O eso creyeron. Mientras perdimos el tiempo peleando, entre nosotros, ellos como cucarachas se reproducen.. creciendo fuertes, vigilando, esperando para atacar —luego de decir su discurso eso golpea al enano.

—Y se preguntan porque los detesto tanto —dijo el enano.

—Les aseguro que encontraré al príncipe Caspian...y terminaré lo que nuestros ancestros comenzaron —dijo Lord Miraz ignorando el comentario del enano —. Y es posible que ellos tengan a mi hija.

...

—Catapultas —comenta el justo.

—¿Qué? —el gran rey.

—Esto no se derrumbó, Cair Paravel fue atacado —Explica Edmund.

—¿Estás seguro? —pregunto Lucy.

—Estoy completamente seguro, Cair Paravel fue atacado —respindio Edmud.

Peter se dirige a una enorme piedra, entre él y Edmund la mueven para mostrar una puerta de madera. Peter rompe la serradura para poder abrirla, después de unos minutos, la puerta este abierta. Se encontraba todo oscuro, Peter rasgo un poco su camisa para luego envolverlo en un pequeño palo de madera, para que fuera una antorcha.

—Supongo que no traes fósforos ¿O sí? —preguntó Peter a Edmud.

—Eh...no pero, ¿esto te sirve? —Le responde con otra pregunta, sacando una linterna se su bolsa.

— ¿Y porque no mencionaste antes? —les pregunta de broma haciendo reír a sus tres hermanos.

Edmund comienza a bajar las escaleras, Peter se hace un lado para dejar pasar primero a sus dos hermanas.

Bajaron a un tramo de las escaleras, y llegaron hasta una pequeña sala, Lucy se para observar lo que había, Susan le toca el hombro para que siga bajando, Peter abre una rega oxidada.

—No me la puedo creer —dice Peter —sigue todo aquí.

Frente a ellos se encuentran cuatro estatuas de piedra, eran representaciones de ellos, llevaban sus coronas y en los pies de estás, hay baúles enormes. Lucy, Susan y Edmund corren a sus baúles, mientras que Peter estaba observando el rostro de Aslan en un adorno.

—¿Eramos tan altos? —pregunta Lucy, el rubio deja de mirar a Aslan para ver a sus tres hermanos.

—Bueno...entonces eras adulta. —dijo Susan sonriendo mientras que Peter va a su baúl.

—Si, a diferencia de cientos de años, cuando eres niño —dice Edmund, el cuál tiene un casco más grande que su cabeza y sus hermanas ríen por lo que dijo.

— ¿Que sucede? —pregunta Lucy a Susan ya que la pelinegra no dejaba de buscar en su baúl.

—Mi cuerno —dijo Susan —Debí dejarlo a la montura el día que regresamos.

—El mal se tocará en bien, cuando Aslan aparezca. Ante su rugido, las penas desaparecen. —relato Peter mientras admiraba su espada.

—Cuando descubra sus dientes el invierno encontrará su muerte. Y cuando agite su melena, tendremos nuevamente la primavera. —Termina de relatar Lucy —. Todos nuestros amigos, el señor Tumnus y también los castores...ya no están.

—Ya es tiempo de averiguar qué sucede —. Comento el rubio.

Peter y Edmund tomaron su ropa salieron afuera para cambiarse, mientras que las hermanas se vestían en ahí mismo.

Las Crónicas De Narnia: Los Primos Telmarinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora