Quédate conmigo.

Capítulo 68

Lo que queda de la semana se pasa demasiado rápido. Estoy llena de trabajos que presentar y de monografías que me tienen la cabeza llena de conocimientos nuevos. Matthew, tierno como siempre, me ayuda en todo lo que puede e incluso se ofrece a acompañarme a la biblioteca si paso a buscarlo por el trabajo.

Como llego unos diez minutos antes de que termine su clase, lo espío por la puerta. Está con una chaqueta negra, una playera blanca y unos jeans ajustados negros, sentado detrás de un teclado y unos doce chicos están sentados en el suelo mirándolo con atención. 

Si antes estaba enamorada de este hombre, sinceramente ahora tendría que inventar un diccionario nuevo para explicar lo que siento. Los trata con amor y cuidado, entendiendo su fragilidad y los escucha repetir la canción una y otra vez con una paciencia infinita. Debo estar sonriendo como una idiota porque me duelen las mejillas. 

Cuando la clase termina y los padres empiezan a llegar, uno a uno se acercan a saludarlo y sus pequeños alumnos que no deben pasar los ocho años, lo abrazan con afecto. Conocer esta parte de la vida de Matthew me hace sentir mucho mas cercana a él y me hace admirarlo aún mas. 

Todos estos chicos están aprendido a conocer la música gracias a él. Es mi héroe sin ninguna duda. 

Me ve parada contra la puerta y sonríe ampliamente mientras acomoda todo en su lugar. Cuando termina, se pone la mochila al hombro y se acerca a besarme en los labios.

- Hola profesor! - Exclamo en tono infantil, tomando su mano.

- Te voy a pedir que la próxima vez que me hables de esa manera sea cuando estemos los dos solos en la habitación. No, no te lo pido. Es una orden. - Dice entre risas. Y yo pongo los ojos en blanco. - Si, lo sé. Perverso.

Yo asiento y me río. 

- ¿Seguro que quieres acompañarme a la biblioteca? - Pregunto mientras caminamos.

 - ¡Si, Emms! Entre tus monografías y que hoy tengo reunión con la banda es el único rato que tengo para verte. - Dice haciendo que me derrita. 

Entramos en la biblioteca, que es enorme y se puede sentir el olor a libros viejos que tanto me gusta apenas entramos. Buscamos los títulos que me pidieron para realizar el trabajo y una vez que presento mi credencial de estudiante, una bibliotecaria cuarentona y simpática, me los cede hasta mañana en la tarde. Le agradezco y salimos.

- Matthew, ¿por qué tienen reunión con la banda? - Pregunto recordando lo que me dijo.

- Porque en una semana tenemos que presentarnos en un festival y no sabemos que hacer con el brazo de Leo. - Dice pasándose una mano por el pelo que le cae por la frente.

- Uf, es verdad! - Exclamo - Pobre Leo, se debe sentir de lo peor.

- Algo vamos a hacer. - Dice sonriendo. 

Nos despedimos en la puerta de mi habitación y recuerdo que me estoy olvidando de preguntarle algo.

- ¡Ahh, Matt! - Exclamo cuando empieza a caminar y vuelve a girar hacia mi. - Diles a los chicos que se reserven la noche de mañana. 

- ¿Mañana? ¿Sábado? - Pregunta extrañado pasándose la mano por la barbilla. - Teníamos algo y lo olvide?

- ¡No! - Exclamo entre risas. - Tengo una sorpresa para ustedes. Quiero salir a festejar mi nota y la recuperación de los chicos.

- Ok, Emms. - Dice con una risita adorable. - Les voy a decir.

Me da un último beso y lo veo alejarse. Tiene las piernas largas y varoniles. Me encanta, me encanta. Entro en mi habitación y suspirando me dispongo a pasar el resto de la tarde entre gramática y literatura inglesa, como ya se me ha hecho costumbre. Dakota y Paige me escriben al grupo confirmándome que mañana a la noche están libres y me entusiasmo. 

Pienso llevarlos a Ozono y divertirnos como nunca. Estoy ansiosa por ver como van a reaccionar. 

Un rato después me llega un mensaje muy parecido de Matt diciéndome que los chicos están listos para el misterio. Dejo los libros y las monografías por un rato y me pongo a ver como llegar hasta el lugar. Es relativamente cerca pero vamos a tener que ir en auto. 

El resto del viernes lo paso terminando los trabajos y hablando con mi hermana y mi mamá por skype. 

Me alegro cuando recibo un mensaje de Alexa diciéndome que esta mejor y que está segura de que va a salir adelante. Es tan buena que se lo merece. Lamento todo lo que está pasando y aunque es cierto que Matt le advierto sobre Ron, a veces equivocarse es el mejor aprendizaje que podemos tener.