Capítulo 79

1.5K 80 0
                                    

Cuando recupera su pañuelo, viene a mí y nos besamos, ahora sí me siento en una película. La gente nos mira, el viento nos despeina y nuestro amor tiene fecha final pero a nosotros no nos importa. Al menos en este momento. Estamos disfrutando sinceramente uno del otro como nunca y quisiera grabar este momento para repetirlo una y otra vez.

- ¡Es hora de ir a la siguiente parte de la sorpresa! - Exclama tirando de mi mano y yo solo río y niego con la cabeza. Hace que todo suene como una aventura increíble y yo estoy dispuesta a seguirlo siempre.

Tardamos mas de media hora en llegar y cuando miro por la ventana, simplemente no puedo creerlo: Estamos aparcando frente al Queens Theatre de Londres. Matt recordó una de las primeras charlas que tuvimos en la que le conté que me apasionan los musicales y estoy absolutamente conmovida.

- ¿Lista? - Pregunta ahogando una risita, seguramente por la expresión de mi cara.

- ¿Qué te parece?! - Exclamo mas que feliz.

Me siento como una campesina que llega a la ciudad por primera vez y todo le llama la atención. Mientras Matt retira las entradas de la boletería, yo miro para todos lados y me detengo en la marquesina gigante de Les Miserables, no puedo creer que por fin voy a verla. No puedo creer que Matt se esté comportando de esta manera conmigo. Me siento la mujer mas afortunada del planeta.

- Fila 3, al medio. - Dice mostrándome los tickets y yo lo abrazo por el cuello con tal fuerza que lo hago tambalear. - Bueno, veo que te entusiasma la idea.

- No te imaginas cuanto, Matt. ¡Esto es un sueño! - Exclamo con lágrimas en los ojos.

- Ni se te ocurra llorar, se te va a correr todo el maquillaje y harás pasar vergüenza en uno de los lugares mas importantes de Londres. ¡Compórtate, extranjera! - Exclama bromeando y las lágrimas, una vez mas, se transforman en carcajadas.

Una hora después nos permiten el ingreso a la sala y me tengo que tapar la boca para ahogar un grito de fascinación. El teatro es maravilloso, todo en dorado y rojo, parece que nos trasladamos varios siglos atrás. Una araña enorme cuelga del techo con una cantidad incontable de pequeñas lamparitas. Matt me cuenta que una vez sus padres lo llevaron de pequeño y que en mitad de un espectáculo, se puso a preguntar como hacían si se quemaba una luz y todo el teatro empezó a reírse. Me resulta adorable y me encanta que me adentre en esos pequeños detalles de su vida.

Nos ubicamos en nuestros lugares y veinte minutos después, comienza la función. Para el final, estoy llorando como una condenada y aplaudo de pie junto a varios espectadores mas. Matt se hace el fuerte pero está muy conmovido.

Cuando salimos y enciendo mi teléfono, tengo un mensaje de Michael pidiéndome que lo llame. Me preocupo y lo llamo al instante. Matt observa todo sin decir una sola palabra.

Lo llamo, me pregunta como me estoy preparando para el examen y entonces me entero de la " excelente " noticia: Mañana nos van a tomar un pequeño examen sobre las monografías con las que trabajamos. Dice que nos mandaron un email a todos y recuerdo que entre tantas revoluciones no abrí mi casilla en tres días. Cuando colgamos, estoy a punto de entrar en pánico y le cuento a Matt que me abraza y me tranquiliza.

- Vamos al campus, Emms. - Dice muy calmado. - Ahora te toca estudiar.

- Gracias por un día inolvidable. - Le digo una vez que llegamos a mi habitación.

- ¿Gracias? Yo soy el agradecido, Emms. - Dice abrazándome. - No quiero perderte.

- ¿Otra vez con eso? - Pregunto poniendo los brazos en jarra y el sonríe con nostalgia.

- Emms, yo... Hay algo que quisiera que hablemos. - Dice muy serio.

- Basta Matthew. - Digo poniéndome en puntitas de pie para besarlo en la mejilla. - No vas a perderme jamás.

Me da un tierno beso en los labios y se va. Lo miro alejarse y se que estoy segura de lo que acabo de decirle. Ni siquiera sé como pasar algunas horas lejos de él, no podría soportar no tenerlo.

Suspiro dejándome caer en la cama y me pongo a leer el cuadernillo de actividades. Una parte de mí, no puede concentrarse sin dejar de pensar en lo atento e increíble que se está comportando Matt. Sonrío como tonta y sacudo la cabeza para intentar enfocarme en el estudio y después de un buen rato lo consigo. 

Dos horas después, tocan a mi puerta. Abro y me encuentro con Maureen.

Quédate conmigo.Where stories live. Discover now