Capítulo 84

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Me despierto, me baño y me alisto para ir al consejo estudiantil a rogar que me den el cambio de residencia. Entro en la oficina y cuando les presento mi inquietud me hacen unas cuantas preguntas y para mi sorpresa, quince minutos después, me dicen que tienen una habitación en el Alpha College, que también tiene un convenio con quienes me brindan la beca. Puedo mudarme esa misma tarde.

Dakota y Paige, a pesar de no estar muy contentas con la idea de que me vaya, me ayudan a empacar. Ellas y Luke, con su auto, van a acompañarme al Alpha College a instalarme con mis cosas. 

Pasamos la puerta principal, llevando mis bolsos y giro para mirar la Brunel University por última vez, porque a pesar de que tenga que ir a cursar y a rendir, desde ese momento deja de ser mi hogar. La opresión que tengo en el pecho casi no me deja respirar pero sé que estoy tomando la decisión correcta.

Mi nueva habitación también es para mi sola pero me parece fría, vacía... distinta. Una cama, una ventana grande que da a la calle y un baño bastante lindo. Una mesita con dos sillitas y un armario enorme. Bastante espaciosa sí, pero no es MI habitación. Trato de no pensar en eso mientras los chicos me ayudan y no puedo evitar pensar que tengo una suerte increíble de tenerlos. Me preguntan una y mil veces si quiero quedarme sola y les aseguro que voy a estar bien o de caso contrario voy a llamarlos. Luke me estrecha entre sus brazos y realmente lo quiero mas que nunca. Las chicas me obligan a que les mande un mensaje antes de irme a dormir y se los prometo. 

Cuando me quedo sola por primera vez en este lugar que me resulta absolutamente ajeno y desconocido. Me acuesto en mi cama y miro a mi alrededor. Pienso que Matt va a escribirme o algo pero no lo hace en todo lo que queda de la tarde y la noche y por un lado se lo agradezco. Escribo el mensaje prometido a mis amigas y sólo quiero dormir. 

Pasan dos meses enteros sin saber nada de Matthew y sigo sintiendo exactamente el mismo vacío y el mismo dolor que sentí el día que dejé la Brunel University. No hay día en que no lo extrañe a él, a su risa y a su manera de hacerme ver que todo era posible. Extraño la persona que era a su lado. Me he vuelto una adicta al estudio y a las series por internet y casi no salgo. Si bien tengo que ir a la Brunel a rendir y a cursar tres veces por semana, jamás volví a cruzármelo, ni me ha vuelto a escribir ni a llamarme. Ningún intento de ponerse en contacto conmigo. 

Cada vez que salgo con Dakota y Paige hago todo lo posible para no preguntar nada. Estas últimas semanas empecé a verme mucho mas con Lucy, que vive a una calle del Alpha College y me hace bien tenerla tan cerca. Es divertida, amable, compañera. Su relación con Zach se ha establecido bastante y parecen entenderse. Dakota y Paige la aceptan muy a regañadientes. Si bien no ha salido nunca con nosotras, ya Paige dejó de cortar el teléfono cuando le cuento que está en la residencia o que estoy en su casa y eso es todo un gran avance. 

Después de una semana de exámenes prácticamente diarios, por fin llega el sábado y voy a salir con Paige, Dakota y los chicos de la banda con sus chicas, exceptuando a uno. Claro. 

Nos encontramos en un barcito llamado The Grapes y el primero que me saluda afectuosísimamente es Will. Mi alegría es inmensa cuando veo a Nick y nos perdemos en un abrazo.

Saludo a todos de manera un poco mas normal y debo admitir que me alegra ver a Luke abrazado a Maureen, ella sonríe al verme y me tranquiliza que ya no nos veamos como una amenaza mutua. Zach y Lucy apenas se enteran de que llegué y Leo me abraza con un afecto de hermano mayor.

 A Dakota y Paige no dejé de verlas ni un sólo día. Son mis hermanas por elección. Ver a todos reunidos y pudiendo compartir, hace que se me rompa un poquito el corazón. Falta una sola persona y sé en mi alma cuanto sigo amándolo y necesitándolo aunque no vaya a admitirlo. Por otro lado, solo me quedan dos semanas en Londres y la agencia ya me ha enviado los tickets del vuelo de regreso, así que probablemente esta sea una de las últimas salidas con ellos. No quiero ni pensarlo.

 Cuando les cuento un poco en secreto a las chicas que ya tengo mis tickets de vuelta, se afligen y me abraza una de cada lado. Yo pongo los ojos en blanco pero sonrío.

Quédate conmigo.Where stories live. Discover now