NO ES MI MUNDO [KV-OMEGAVERSE] FINALIZADA

Capítulo 13: Fiesta.

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Las cosas fueron llevadas de la mejor manera, al pasar los días su panza se estaba desarrollando cada vez más, lo que le llenaba de nervios constantes. Por otro lado, también estaban los pequeños que habían traído del pueblo; éstos tenían más confianza para pasear en el palacio, decir algo o pedirlo.
                     

Taehyung notó como Jimin y Minji ganaron algo de peso, sus mejillas también tenían más color y eso lo llenaba de felicidad; sabía que eso significaba que los niños estaban sanos y felices. Otra cosa que también avanzó fue su relación con el rubio, ahora sentía que cada vez ganaba más confianza con él que antes, ahora sus ataques de ira solo le daban diversión.                    

Jungkook les gritaba, amenazaba o parecía que iba a golpear a los demás cada vez que lo hacían enojar, sin embargo, el castaño sabía que las cosas no pasarían de eso y nunca les haría daño, al menos no a su persona. Los amigos del rubio también le cuidaban, desde que se enteraron de su "estado" lo fueron aún más.

Se había hecho cercano a Hoseok, a quien ayudó a declararse al alfa pelirojo de ojos gatunos y mano derecha de Jungkook. El pobre de Min se desmayó cuando pasó, no sin antes ponerse del color de su cabello.
                     

El alfa rubio solo se rió con ganas cuando lo supo diciendo que ya era hora de que Hoseok dejara de babear cada vez que miraba al cabellos de menstruación pasar por su lado.

Taehyung no pudo no darle la razón, pero aún con todas esas cosas lindas y divertidas que estaba viviendo, tenía que lidiar con algunos problemitas, cambios de humor, algunos vómitos o antojos. Nada que no pudiera resolver.
                  

Ya se había leído todo aquel libro que tenía la información sobre las castas y esas cosas, ya se había hecho a la idea de lo que tenía que pasar. Sin embargo, siempre estaba él en su mente, ¡No podía imaginar que en verdad tenía que lidiar con todos lo síntomas de un embarazo!

¡Una tremenda locura!
                     

A veces lloraba cual cachorro sobre su cama y el único que podía calmarlo era su esposo o los pequeños. A veces usaba al rubio como su propio consolador humano personal, lo cual era un 50/50 de bueno y malo, le encantaba sentirse superior a la hora del coito y dejar al alfa completamente exausto, lo hacía sentirse poderoso. Lo malo era que después tendría que lidiar con sus dolores, lo que provocaba más berrinches y lloriqueos.
                     

Taehyung ni siquiera se soportaba a sí mismo.

Y volviendo a la actualidad, ahora se encontraba allí, frente al mayor de sus némesis; los vestidos. Tenía que usar uno en una gran fiesta en donde muchos otros reinos iban a estar presentes. No era apretado y ostentoso como el primer vestido que usó, ni tampoco tendría que usar el corsé, pero aún así seguía siendo un vestido.

                   

—¿En serio no te puedo dejar cinco minutos porque haces un nuevo berrinche?— preguntó el rubio algo resignado, ya no le parecía buena idea de que el pecoso estuviera en cinta, aunque sus pechos llenos lo compensaba mucho.
                     

—Tú no te metas, yo no te dije que preñaras, ¿Me escuchaste?— el menor le miró mal mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho algo abultado, solo tenía una ligera bata puesta y su ropa interior.