Nada es lo que parece. ¿El enemigo puede ser quien sea o no?

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Una vista espectacular, lugareños amables dándose saludos entre sí, un día tan brillante acalorado y refrescante a la vez. Todo parecía tan real, tan insólito que me producía miedo y desesperación.

Déjame contarte un poco más de Scarecrow, sobre todo de los que habitan en este lugar, quienes afirman que lo que hacen está bien. Encontrarás desde un restaurante en donde sus platillos especiales están hechos con carne humana, hasta un pastor que infringe la justicia en los pecadores. Todo aquí es deslumbrante, pero a la vez siniestro, al final, ni sentirás que quien vive al lado tuyo es un psicópata que mata por diversión, como tampoco notarías que la tienda a donde ibas a comprar el pan del día, y el señor amable que te atendía, en realidad era un descuartizador. Nada es lo que parece.

— Despertaste muy temprano mi niña —se acomodó en el regazo de mi cama —Ayer nos sorprendiste, no pensé que te desmayarías después de hablar con la líder —jugueteó un poco con sus manos —Sería mejor no causar conflictos, no lo crees Abril —me dio una mirada sonriente, mientras me daba una de las pastillas acompañada de un vaso de agua.

—Lo siento— respondí, al tomar la pastilla.

—No te preocupes querida —me dio un abrazo —Sabes que tus padres estarán siempre para ti y todo lo que hacemos es por tu bien —mencionó acariciando mi cabeza y quitándome el vaso —También olvide preguntarte si te gusta tu nueva habitación es de tu color favorito, blanco.

Odiaba el color blanco, aunque eso a ellos no les importaba. Lo único bueno de esta miserable habitación es la ventana, que me muestra una salida con un candado de por medio.

—También esto lo hacen por mi bien —señalé las cadenas que me impedían salir de mi habitación.

—Tú sabes mejor que nada, que te amamos y que nos preocupas —tomo mis manos dulcemente. —El doctor dijo que progresaste con las pastillas, así que cuando las dejes, también, dejarás las cadenas —expreso sonriente —Ayer tal vez me excedí en la dosis —susurró para ella misma, al retirarse y dejarme sola.

La habitación, las cadenas, las pastillas, eran parte del proceso de ser normal, eran parte de ser parte de Scarecrow. Una habitación blanca, en donde tus pensamientos solo se enfocaban en lo que debes hacer, las cadenas para no cometer una estupidez, y las pastillas eran para hacer de ti alguien que no eres, una droga tan potente que sacaba tu lado más oscuro, que no temía a la sangre, mejor la quería, por eso creo que no soy diferente a ellos, ya que, tengo un lado oscuro al igual que ellos y no lo puedo cambiar.

—Una Dember nunca deber ser débil —dijo al entrar en la habitación —Espero que no vuelvas a llorar mi dulce y encantadora niña —limpio mis lagrimas con uno de sus pañuelos — Ayer mi hija me hizo sentir orgulloso, me sentí digno de ser tu padre, así que Abril continúa así quieras —se alejó hacia la puerta —Por cierto hoy vendrá tu nuevo tutor, recíbelo con amabilidad.

Y sin más que decir se marchó, dejándome su pañuelo como consuelo mientras me desmoronaba en silencio. ¿Orgulloso, de qué? De haber matado a un inocente sin piedad, de haberlo hecho sin dudar, de haberme convertido en lo que no quería. Aun podía recordar lo sucedido, porque por más efectivas que sean las pastillas, no me hacían olvidar y mi cuerpo también me lo recordaba, las lagrimas no paraban pero no podía mostrar debilidad.

La normalidad aquí es matar, la normalidad aquí es ser cauteloso, estratega, artista con un objetivo o varios, y asesinar de la forma más hermosa posible. La única regla establecida era no dañar a nadie de aquí, porque Scarecrow se creó para atraer a sus objetivos y hacerlo de la forma más casual posible. Otra regla que no se estableció pero que todos deben seguir, es no salir de Scarecrow y decir lo que pasa en este lugar... Esa era la normalidad que mis padres querían de mí, la normalidad que debía tener al nacer en este lugar, al final nací defectuosa porque a mí no me gustaba matar, no es normal para mí y me duele ver a un objetivo sufrir.

ScarecrowWhere stories live. Discover now