Scarecrow

Una debilidad incierta

Había sido una semana de persecución. Una semana donde todo fue destruido por culpa de un objetivo no identificado. Todos estaban a la mira. Las familias fundadoras no dudaron en salir al exterior para comprobar si el objetivo se había escapado.

Durante la semana, no sólo rompieron una de las famosas reglas de Scarecrow. También arruinaron la falsa armonía fingida que tenía este lugar. Las muertes no cesaron. Empezaron con uno y terminaron con más. Culparon al objetivo por el acto mintiendo con descaro a la líder.

— No puedo creer que tengas las agallas de enfrentarte a mi, un Valenta —lo miré con desprecio—. Qué estúpido.

—Veamos quién será la tonta que haga brillar este cuchillo con un color rojizo— dijo al tocar con un dedo el filo del cuchillo que sostenía.

De todos los que podían enfrentarme tenía que ser un Valenta. Algo que se respetó esta semana fue el influyente nombre de los fundadores. No era sólo el nombre, era el peligro que reflejaba cada familia.

Los Dhass son decapitators. Ese era su signo y su forma de ser creativos. No sólo cortaron cabezas. Su objetivo era poner una mirada de terror, de miedo absoluto.

Los Dember fueron creativos de diferentes maneras. Se destacó una forma. Hervían cuerpos vivos en agua caliente. Pero ahora prefieren una muerte convertida en muñeco. Eso fue lo que hice yo.

Los Valenta son estranguladores. Les gusta apuñalar como una firma y luego colgar los cuerpos en lo alto de este lugar. los cuellos son marcados en señal de un sello de la familia Valenta junto con la firma.

Los Roan son caníbales. Les gusta el sabor de la carne humana. Esa es su creatividad para preparar platos sabrosos. Por último, a los Mirei les gusta coleccionar. Ya sea un ojo bonito que hayan visto o una cabellera brillante, para tenerla como amuleto de la buena suerte.

Finalmente, nunca imaginé que esta persona sería la primera persona en apuntarme con un arma.

—Al ver que te quedaste callada, asumo que te dio miedo —me dio una mirada divertida—. Bien, sé que eres una Dember. Así que, si ruegas y me lames los pies pidiendo perdón, tal vez pueda hacer una excepción—propuso.

Esta persona no tiene idea de lo que hará. Fue tan estúpido como para no darse cuenta de que no sólo mató a los cinco objetivos, sino también a tres.. De hecho, nadie se dio cuenta.

Solté una carcajada. —Idiota — le di una mirada fría—. Piensas que yo, una Dember, se arrodillara ante un Valenta miserable y patético.

Los ojos de Jhoan me consumían con furia, pero eso cambió a una sonrisa. Él había preparado algo de lo que yo no estaba preparada.

—Está bien, entonces enfréntate a una Valenta, cobarde degradante — dijo. Sacó a Soe de las plantas de maíz. Soe había estado escondida allí, empujándola—. Ella acabará contigo.

—No, hermano, ella es una Demer —rogó.

—Cállate, me tienes harto —le dio una bofetada. —Ahora acaba con ella —le dio el cuchillo acercándose a ella—. Escucha, estúpida, si no lo haces tú morirás en su lugar.

Esas palabras fueron un shock para Soe. Después de todo, para su familia ella no significaba nada. Y, para este lugar, su estúpida fachada le impedía ser importante.

Entonces me miró con los ojos llorosos y un dolor punzante en una mejilla. Aunque ella no quería, ya sabíamos la respuesta de lo que iba a suceder. Le devolví la mirada, no había alternativa, aún no contábamos con el poder que se requiere para acabar con este lugar.

—Veo que te duele ver a tu miserable amiga ser tu asesina —se río de mí—.Qué patética resultó ser una Dember —sus ojos se volvieron fríos. —Escucha Abril —sacó otro cuchillo de su bolsillo —Si te mueves un tanto, mataré a esa estúpida —apuntó a Soe —. Así que decide morir o que tu amiga muera.