4. Un hermano.

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Un mes había transcurrido desde el gran matrimonio del rey y sus festines de celebración.

El rey se encontraba sumergido en varias disputas con sus lores y reuniones, lo cual le quitaba mucho del tiempo que podría llegar a pasar con su nueva esposa.

Esto no era algo que no haya sucedido antes, los temas del reino siempre han mantenido ocupado al rey.

Algo que esperaba con ansias era el estado de la omega, aunque no hayan señales de dicho estado, lo que lo preocupaba ya que viserys se encargaba de su deber como esposo en la cama. Y eso lo tenía ansioso, por la espera de que la omega quedará en estado pronto.

Por otro lado Alicent se encontraba ausente de las reuniones del consejo, ya que no le gustaba estar encerrada y envuelta en políticas, le era algo muy estresante y más estás últimas semanas. Sin embargó para ausentarce de varias tendría que asistir a algunas por deber y presencia, cómo en está ocasión:

— Entiendo.

— Quisiera tocar un tema en particular mi rey.— Ofrece la serpiente marina, moviendo la esfera delante suyo sin interés alguno en la conversación que consideraba trivial.

— Adelante lord Corlys.

— Tengo que informarles que me alistare para defender los peldaños de piedra. Sé que es un tema no quieres discutir, pero es necesario hacer algo contra esa amenaza.

Viserys dejo de sujetar la mano de Alicent para entrelarzarlas en frente de él con pesar.

— No es que sea un tema que no quiera ignorar lord Corlys. No deseo que el Reino entre en conflicto y caiga en una guerra.

Rhaenyra que se encontraba también en la reunión frunció el ceño disgustada.

— Sin embargo, permito que se aliste si es lo que desea y pelear por esas tierras.—Termina viserys tomando un sorbo de su vino.

— Disculpa mi rey pero es algo que le compete a usted también como rey de los siete reinos.

— Lor Corlys— llama otto dirigiéndo una mirada servera.— Hemos escuchado sus peticiones anteriormente, los peldaños de piedra siempre se ha encontrado en constante reclamo. Supondría una suma de dinero a largo plazo.

Todos en el consejo se removieron en su asiento pensativos hasta que dirigió la palabra el lord Beesbury.

— Realmente un costo que no podríamos sostener.

Lord Corlys se levantó de golpe de la mesa, apoyándose en ella con enojo y frustración.

— ¡Son nuestro puertos, algo que si realmente cae si afectaría el reino!

— Hasta ahora la triarquia no a sido algo que no pudiera controlar el reino, en tal caso de que sucediera así nos haríamos cargo de ellos.- Responde Viserys ya cansado del tema estrujando su entrecejo.

— Ese día es ahora mi rey, es por eso que alistó a mis hombres.

— Yo creo que deberíamos de financiar y mandar hombres a defender un punto tan importante para el reino.

Esta vez todos dirigieron la mirada hacia la princesa que se encontraba parada a un lado de su padre con un aspecto sereno.

— Rhaenyra... — Susurra Viserys.

— No sería un costo de guerra si su excelencia decidiera defender bien esas tierras. En cambio si lo dejara pasar si sería un costo mayor que defender.

Rhaenyra haciendo caso omiso a su padre, mantuvo sus palabras con fuerza.

Alicent que había estado agobiada por todo la conversación observo como el cuerpo de su esposo se ponía rígido y sus rasgos cambiaban a molestia. La Hightower tomando en cuenta eso tomo la mano del rey para de alguna forma calmar su estado.

Una Línea Delgada (Rhaenicent)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora