7. Cacería Part 2

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Alicent se encontraba muy preocupada y estresada por la salida apresurada que tomo la peli plateada, pero su posición no dejaba que fuera tras de ella y eso le daba aún más ansiedad porque la Targaryen se le vio muy alterada por la discusión que todos los presentes presenciaron.

Momento después Viserys la llamo para avisarle que saldría de caza.

- ¿Qué hay de Rhaenyra?- le pregunta preocupada por el paradero de su alfa.

Viserys no queriendo ponerle más atención a el asunto resopla y limpia su cara con la palma de la mano.

- Ella está haciendo un berrinche nuevamente, fuí informado que Ser. Criston fue tras de ella.- responde en un tono de desinterés.- En otras noticias...- cambia totalmente su tono a una sonrisa amplia.- Me llevaré a Aegon a cazar.

- No.- sus palabras salieron tan rápido de sus labios como la propuesta de su esposo.- Él es un bebé, no quiero que presencié violencia.- Retoma sintiéndose culpable por negarle algo al rey.

- Pero mi amor, es un Targaryen y todo esto es por él.

- No.- reitera, no queriendo que su hijo a su temprana edad presenciará la muerte de un animal inocente.- Cuando crezca, por favor.

Viserys bufo y acepto por obligación ya que no quería poner bajo estrés a la Omega en su estado.

- Muy bien.- corta, despidiéndose de su esposa con un beso en los labios.

- Estaré esperándote, suerte. - responde antes de que saliera de su vista.

Despues de su despedida pasaron horas en la que su molestia sólo crecían y aunque viserys había regresado no era de preocupaciónes para la reina, la cual cayendo la noche su molestia fue reemplazada por angustia.

Acercándose a un rey que se ahogaba en su copa de vino mientras observaba montañas de leñas ardiendo con signos que Alicent dedujo que no estaba en su mejor momento, ya que el alcohol lo hacía tambalear levemente.

Preocupada se acercó a él y coloco su mano delicadamente en su hombro haciéndose ver por el rey.

—¿Está todo bien, majestad?- pregunta preocupada del estado del rey, a pesar de todo era su esposo y tendría que preocuparse por su bienestar.

— Sabes qué...- suspirando dirigió su mirada a su esposa.- Yo la nombre para proteger al reino de Daemon. Era mi única hija...

Tomando su tiempo, sus palabras salían con tristeza y eso la Hightower lo pudo notar, empatizando con los sentimientos que se le escapaban de las manos al rey.

- "El deleite del reino"... La nombre por amor, por qué yo no creía...

- ¿Creías qué, mi amor?

- Muchos en mi linaje, han sido jinetes de dragones.- desviándose del tema, vuelve su mirada a la leña.- Muy pocos hemos sido soñadores. ¿Que es el poder de un dragón junto al poder de una profecía?

Sin entender a que quería llegar su esposo, su cansancio y el estado de ebriedad de este hizo que interrumpiera su diálogo.

- Se hace tarde, esposo.

- Cuando Rhaenyra era niña...

Este sin embargo lo último que quería era dejar de hablar e irse. Sus pensamientos vagaban con nostalgia hacia el pasado, recordando a una pequeña niña traviesa que le encantaba jugar con su padre. Era tan apegada a él que a medida que crecía su estrecho acercamiento se fue haciendo más lejano que cercano y eso le dolía.

Pensando que seguiría igual a cuando era una niña, Viserys piensa que realmente ahora no conocía a su hija.

-Yo lo ví en un sueño, lo ví tan vivido como estás llamas.- Responde señalando su frente.- Un hijo varón, usando la corona del conquistador.

Una Línea Delgada (Rhaenicent)Where stories live. Discover now