Capítulo 30

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« Dime qué me amas Tessa. O dime que me odias. Pero dime algo. No me tengas con esta incertidumbre sufriendo porque no sabía que tenía un corazón hasta que tú apareciste. Y ahora mismo, la miro siento que este podría explotar dentro de mi pecho si te sigo mirando allí parada sin que digas una sola palabra »

—Julian...

« Solo dime algo »

—Julian...

« Rómpeme el corazón, destrózalo a tu antojo, ya no me importa. Ya nada importa. Ámame o déjame. Pero no te sigas quedando si al final vas a irte... »

—Julian...

« Miento. Miento todo el tiempo. Prefiero tenerte asi sea que al final me dejes. Es mejor tenerte ahora, que no haberte tenido nunca... No sueltes mi mano... no me dejes...»

—Julian...

Entonces, el joven Anderson abrió los ojos. Sus ojos azules brillaron por la luz de la mañana.

—Tessa...—murmuro un poco adormilado.

Ella estaba aquí. Había sido una pesadilla. Una maldita pesadilla. Había recordado la noche anterior cuando se habían confrontado, tan solo esperando que ella dijera algo. Palabras que nunca llegaron a él. Algo que jamás obtuvo.

—¿Te encuentras mejor?— le pregunto recordando que ella estaba enferma

Tessa asintió — estoy mucho mejor gracias a ti. ¿Quién diría? —sonrió — también se te da muy bien eso de cuidar

Julian sintió alivio, y se sintió bien por dentro. ¿lo complacía oír aquel cumplido? Y mas aun, significaba mas porque aquello venia de ella.

¿Por qué siempre se sentía bien cuando ella le regalaba palabras amables?

—Adam esta abajo —informo ella

—¿Qué hace el aquí? Eso de venir desprevenido se le esta haciendo una costumbre

—El dijo, el día de la fiesta que vendría. Creo que pasaría a retirar algo.

—Entiendo — asintió — bajare enseguida

Tessa se retiró de la habitación con la intención de darle privacidad a Julian para que pudiera vestirse, pues este aún cargaba el traje de ayer de la fiesta, y rápidamente bajo las escaleras. Ella se había levantado temprano y se había cambiado.

Se acerco a la entrada principal y abrió la puerta dándole la bienvenida a su reciente invitado mientras lo hacia pasar a la sala

Adam la observo

—¿Qué sucede?— le pregunto ella mientras también tomaba asiento

—Ese vestido... —murmuro

Ella se lo miro —¿tiene algo de malo?

El negó — no. Es solo que ahora ya no me siento seguro de este — dijo mirando el paquete que tendía entre sus manos. —hace unos días fui a una tienda y compré este vestido para mi esposa. Pues lo necesita para hoy. Pero ahora creo que no he hecho una buena elección

Tessa aun no comprendía —¿Qué quiere decir?

—Bueno, como le decía, hace unos días fui a un local de ropa. Y justamente allí, me tope a un empleado de Julian. ¿Cómo se llamaba ese muchacho tan irritante? — chasqueo los dedos como tratando de atraer el nombre hasta su cabeza — ah sí. James. —dijo el nombre con voz cargada de algo —James estaba en esa tienda

Tessa se tensó, y la sonrisa se le desvaneció. Sus hombros se hundieron en el asiento

—Bueno, al parecer el tipo también tiene una novia. Y justamente vi que escogió ese vestido. Y ahora veo que tú también cargas el mismo modelo. Al parecer el sabe que le gusta a las chicas, mas que yo. Pues tal parece que tú también fuiste a ese local y te has llevado el mismo que el escogió

Mentira MillonariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora