Extracto especial

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Después de la misión voy directo a la oficina de Silco, me escabullo en ella, y me recuesto sobre una viga de madera en el techo, reflexionando lo que sucedió hoy.

Luego de unos minutos entra Zevica, sentándose frente a Silco, toma un poco de alcohol y exclama furiosa.

—Ella nos disparó—.

¿Va sin rodeo he?, idiota.

—Siempre suceden accidentes en combate, los luciérnagas cumplieron su objetivo, pero la mayoría murió—. responde Silco.

—No fue un accidente, se paralizó y enloqueció, yo podía encargarme de esos mocosos sola, ella es un problema y todos lo sabemos—. Exclama Zavica con vos enojada.

—¿Todos quienes?, espero mejores cosas de ti que solo excusas, era tu trabajó asegurar que todo saliera bien, pero fallaste... Espero que no me decepciones de nuevo—.

Zavica sale molesta de la habitación, asotando la puerta, me quedo allí, callando la voz en mi cabeza que me susurra, *sigues siendo inútil*.

*Suspiro*—Cada día el mundo se hace más pequeño gracias a Hexagate, ahora nos repudian, los de arriba nos dejan cada vez más atras—. Dice Silco en voz alta.

El ya sabe que estoy aquí ¿No?.

—¿Que sucedió?—. El me pregunta.

—Ella ya te lo dijo—. Respondo desde mi posición en el techo.

—Te pregunte a ti—.

Me dejó caer sobre su escritorio, me siento y abrazo mis rodillas —Uno de esos locos, tenía el cabello rosa...—.

El extiende su mano con una máquina en forma de aguja, la tomo sabiendo lo que quiere, me acerco a el con artefacto en mano, situandolo sobre su ojos.

—Tu hermana murió, lo sabes tan bien como yo—. Habla el mientras se acomoda en su silla

—Lo se, lo se, hermanas ¿cierto?, no puedes vivir con ellas, pero definitivamente tampoco sin ellas—. Respondo entre risas.

—El error de hoy nos retrasará semanas—. Exclama el con voz cansada.

—Lo siento—. Fue mi simple respuesta.

—Necesito saber si puedo confiar en ti, tampoco has convencido a nuestro amigo "Angel",—.

Comienzo a jugar con la jeringa, haciéndola pasar por un avión, no quiero escuchar esto ahora, y las voces... Las voces no se callan.

El toma mi cara y el brazo con el que juguetero, para obligarme a verlo a los ojos —Sabes que hago esto por nosotros Jinx, por todos, los hijos e hijas de Zaun, merecen más que sus desechos—.

—No volverá a pasar, y ya me estoy acercando más al héroe suicida—. Contesto con artefacto en mano, poniéndolo sobre su ojo nuevamente.

—Lo se—. Dice el mientras le inyectó la sustancia púrpura.

—Zevica arreglara el desastre de hoy—.

—¿Zevica?, esa ogro no podría limpiar una bola de pelos con un soplete—. Hablo con indignación.

—Bastara, debes concentrarte en tus Artefactos, y en traerme a nuestro amigo, con el podríamos alcanzar nuevas alturas—. Dice el mirándome de arriba a abajo —Pero primero, descansa un poco—.

—Yo no necesito descansar—. Respondo molesta.

—Hazlo de todas formas—.

Con esa última frase, regreso a mi guarida para seguir trabajando, una vez ahí, me siento al borde del suelo metálico, viendo hacia el vacío.

Shirou Emiya en ArcaneWhere stories live. Discover now