Uno arriba y uno abajo

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La resaca le estaba arruinando la cabeza incluso antes de poder abrir los ojos.
Sin embargo, en cuanto lo hizo, el malestar que cargaba se fue de inmediato, solo al ver el torso desnudo de Matías que dormía junto a él, en la cama.

Se sentó en la misma confundido, no recordaba casi nada de la noche anterior.

En ese momento, Matías abrió los ojos y lo miró.

-se ve que me acostumbré a dormir con tus ronquidos porque el silencio me despertó-le dijo moviendo su cuello para hacerlo sonar

-decime que no hicimos nada-le pidió espantado

Mati se sentó junto a él y bostezó

-no hicimos nada

-¿me mentis?

-yo nunca miento

Esteban no podía asegurar eso, pero de todas maneras se sintió más tranquilo.

-hacia mucho que no dormia con alguien

-podemos dormir juntos todo lo que quieras-le dijo él apoyando su cabeza en el hombro contrario

-Enzo es mi amigo,Mati...

-yo también puedo ser tu amigo

Sin darle tiempo a reaccionar o responder nada, se acercó y lo besó en los labios.
No fue un beso en si, solo apoyó sus labios en los suyos unos segundos antes de que Esteban se aparte bruscamente.

-¿estás loco? ¿qué haces?

-te di el beso que no te di anoche

-basta con esto

-¿porque sos tan difícil? nunca nadie me costó tanto

-yo no soy uno de esos pelotudos que te levantas, pendejo de mierda, ubicate

-ubicame vos

Enojado, Esteban salió de la cama y se encerró en el baño, necesitaba una larga ducha fría.

Matias se quedó en la cama mirando su celular cargado de mensajes de Enzo. no estaba avergonzado, sabía que era cuestión de tiempo para tener a Esteban detrás, pidiendole más besos, y muchas cosas más.

Esteban se quedó bajo la ducha pensando una y otra vez lo que habia pasado.
Estaba muy mal, y sin embargo se sentía bien; estaba mal, y sin embargo, le había gustado; estaba muy mal, y sin embargo...queria volver y pedirle más.

Pasados unos minutos, decidió apagar la ducha y volver al cuarto, necesitaba aclarar las cosas.

Cuando llegó a la habitación,Mati estaba sentado en la cama, mirando su celular.

-¿puedo pasar?

-es tu casa, Esteban

Esteban entró,cerró la puerta, y caminó hasta la cama, sentandose en ella, al lado suyo

-eso que paso no fue para tanto, pero esta mal

-¿me vas a echar?

-no...pero basta ¿si?

-¿porque? si te gustó

-¿que sabes vos?

-los dos tenemos ganas, solo que yo me animé, no soy un cagón

-un pendejo de mierda sos

-me lo dicen mucho

-me imagino que si

-dale, no pasa nada, no se lo voy a decir a nadie, no quiero cagarte la vida, pero me haces sentir bien, me hace bien pasar tiempo con vos

-a mi también- se sinceró.

Te amo, pagas mi alquilerWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu