No podía mentir y decir que no le había dolido la reacción de Mati al dejarlo y era un sentir algo ambiguo, por un lado sabía que hacía bastante no se sentía enamorado y solo se percató de aquello cuando si lo hizo de Agustín.
sin embargo y por otro lado, le hubiese gustado un mínimo enojo, un planteo, algún tipo de reclamo aunque fuese absolutamente hipócrita.
pero nada de eso ocurrió, Matías se fue de casa al día siguiente, no sin antes llevarse todo lo que pudo; pero a Enzo no le importó, se valía por si mismo, siempre había sido asi y ahora que tenía a Agus todo le resultaba color de rosas.
Fue difícil para él volver a empezar con alguien nuevo y tan distinto a la persona que acababa de dejar; Agus era independiente, no aceptaba regalos más allá de su cumpleaños, navidad o aniversarios e insistía en pagar todo a medias; Enzo tuvo que aprender que el amor real no puede comprarse, y aceptar que alguien podía amarlo solo por ser él mismo.
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Alguna lección parecida tuvo que aprender Esteban.
las cosas con Francisco tardaron meses en progresar, lo que Fran tenía de dulce lo tenía también de rencoroso y no le perdonó fácilmente las cosas del pasado, costó tiempo y paciencia, Esteban tuvo que esforzarse bastante para ganar su confianza y que sus intenciones sean tomadas en serio.
Sin embargo, luego de bastante, lo logró y fue alli cuándo empezaron una relación real.
Él y Enzo no volvieron a hablar, aunque ambos saben que tienen una charla pendiente que va a darse cuándo estén listos par ello.
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Para Matías los cambios en su vida fueron duros.
pasó de tenerlo todo, a tener todo y más, para finalmente quedarse sin nada, aunque siempre conseguía algún amigo dispuesto a pagar su alquiler.
Él no volvió a verlos nunca más, lo cuál era razonable, decidió mudarse lejos, le parecía que el terreno estaba ya bastante saturado.
Extrañaba a Enzo,sabía que no había sido bueno con él pese a ser la persona que realmente amó; sin embargo sabe que un recuerdo es algo muerto y que del pasado no se puede vivir, quizás toda la experiencia le servía al fin para aprender alguna lección.
Una de las primeras noches en la nueva ciudad decidió salir, una de las cosas positivas de estar solo era poder frecuentar boliches sin dar explicaciones.
Se sentó en la barra del lugar y miraba su celular distraído cuándo sintió un cuerpo ajeno acomodandose a su lado.
lo miró, era un hombre atractivo con una sonrisa amplia.
Era cierto que le parecía lindo, pero no lo suficiente, y esa insuficiencia se debía a que,por lo general, la gente joven como ese chico tenía joven también la billetera.
-¿tomamos algo?-le preguntó al oído-¿como te llamas?
Mati lo miró de nuevo, bajó la vista a la billetera y se dio cuenta de que se había equivocado, ese chico tenía plata de sobra.
-Matías-le dijo él bloqueando su celular, necesitaba que sintiera que tenía toda su atención-¿y vos?
-me podes decir Juani-le respondió él chico que no podía dejar de mirarlo, se sentía hechizado
-bueno, Juani-dijo regalandole la primera de sus sonrisas-¿pagas vos?
-obvio
Mati sonrío listo para desplegar sus encantos, tenía tiempo de sobra para aprender lecciones.
fin
