Incómodo y mareado

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La música y las luces impedían que puedan hablar entre si, y eso era mejor, si Esteban tenía que hablar no hubiese podido hacerlo.

Llevaban en ese antro ruidoso ya una hora; Enzo no quería bailar, se dedicó a tomar alcohol mientras se quejaba en modo de monólogo sobre asuntos del laburo.
Esteban fingia escucharlo mientras, por debajo de la mesa, sentía la mano de Matias sobre su pantalón, acariciando y apretando su hombria mientras Enzo, sentado justo del otro lado, le hablaba al oído.
estaba en el medio de los dos, había intentado en vano hacer que el pendejo pare y ahora solo le quedaba calentarse y tomar, sonreír cuando Enzo lo hacía y mirar de reojo a la entrada, a ver si Francisco llegaba.

La espera llegó a su fin cuándo su invitado, fresco y radiante a diferencia de ellos tres, los encontró entre la oscuridad y el humo.

-holi, perdón que llegué tarde, el uber no se ubicaba-dijo Fran sentandose junto a Enzo-ay que linda camisa-agregó tomando una manga de la camisa del uruguayo, frotandola con los dedos

-gracias

-¿que tocas?-gritó Mati soltando la erección de Esteban, lo que para este fue un alivio y un castigo a la vez

-perdón, no me quise desubicar

-esta bien, no te preocupes-dijo Enzo, siempre amable

-¿no te preocupes?-le increpó Matias

-es un halago, amor, tranquilo

Francisco no llevaba allí ni cinco minutos y ese pibe, del cuál se acordaba bien, ya lo había hecho sentir más que incómodo.

Esteban bajó discretamente su mano y apretó su bulto, estaba tan excitado que a penas y podía respirar

-voy al baño-dijo Mati de pronto

-yo a comprar algo más-agregó Enzo, que tenía como plan terminar totalmente ido.

Cuándo se fueron Francisco se acercó a Esteban y le besó la mejilla, se sentía feliz de estar con él.

-pensaba que no querías verme más

-¿porque no voy a querer?-le preguntó abrazandolo, la calentura que Mati le había dejado no se le iba

-me ignoras, no sé...

-tengo la cabeza en cualquier lado

-si,ya sé, tranqui-le dijo apoyando su cabeza en su hombro-vos me gustas un montón ¿sabes? y me imagino que podemos salir, podemos hacer cosas lindas juntos

-podemos-dijo Esteban besando su cuello

El beso rápidamente subió de tono, Esteban lo tomó de la cintura y lo presionaba contra su cuerpo mientras le dejaba marcas en la piel

-si...yo me refería a...

-si, si-murmuró él, sentía que toda su sangre hervia, sabía que lo que hacía estaba mal, pero no podía pensar en nada más que no sea recibir algo de atención, Mati lo había dejado a punto

-Estebi...-lo llamó Fran con suavidad. Esteban le encantaba, pero él quería algo más sexo-Esteban para

Esteban se detuvo,le latía la cabeza de excitación y se sentía frustrado

-hagamos algo lindo, dale

-me refería a tener citas, y salir

Se miraron unos segundos hasta que Esteban se puso de pie, necesitaba correr al baño y lavarse la cara

-ya vengo

-¿esta mal? o sea, quiero sexo pero...

Esteban no escuchó el resto, fue al baño y se encerró allí.
abrió la canilla y se lavó la cara mirándose al espejo; se sentía miserable y asqueroso, excitado, frustrado,y una mala persona.

Te amo, pagas mi alquilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora