Capítulo Dos

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Estaba bastante agotado, el entrenamiento de baloncesto fue tan exhausto que juraba que apenas tocara la almohada se dormiría ahí mismo. Dejó sus cosas en el recibidor y se cambió los tenis a lo que usualmente usaba en el interior.

—¡Papá ya llegue! —No le contestó.

Fue a la cocina para ver si se encontraba la esposa de su padre y no estaba, tocó la puerta de la habitación matrimonial que se encontraba en la planta baja y la abrió cuando nadie respondió, vacía.

Resopló, habían salido y estaba seguro que fueron a cenar, era entendible, estaban de luna de miel así que debían estar disfrutando de su nuevo matrimonio, aunque TaeHyung extrañaba tener la presencia de su papá, le era algo extraño tener que compartirlo después de tantos años de su vida siendo solo él y el señor Kim.

Mejor se decidió a subir a su cuarto, tomaría una ducha y después dormiría, cuando estaba por doblar a la izquierda a su pieza, una luz que sobresalia de la puerta del cuarto de su hermano menor le llamó la atención, más cuando se escuchaba música con ritmo y letras algo sugerentes. Se asomó hasta donde la abertura le dejaba ver y ahí estaba su hermano, en una babydoll rosita posando de rodillas ante el espejo, sacudiendo su trasero y muslos gorditos mientras se tomaba algunas fotos, los ojos de Kim se oscurecieron sintiéndose de pronto duro de ahí abajo.

JungKook se veía tan apetitoso así, nunca había visto el cuerpo de aquel chico, pero joder, estaba más bueno que las actrices porno que le gustaba ver a medianoche, su hermanito es tan caliente con ese gordo trasero en aquella tanga rosita y sus muslos rellenos siendo apretados por unas medias de encaje del mismo color, TaeHyung estaba seguro que se la jalaria ahí mismo.

El ruido de la puerta principal de su casa lo hizo apartarse de la habitación de JungKook y corrió hasta su pieza, encerrándose en ella.

Se deslizo sobre la puerta, quitando los shorts de su uniforme de baloncesto y saco su duro miembro de su ropa interior, deslizando de arriba a abajo con necesidad, imaginándose a su hermanito sentado sobre su cara, aquel gordo culo entre su nariz y su boca comiendole todo, dios, tan solo la imagen mental le hacía ponerse aún más excitado.

Se imaginaba a JungKook encima de él, brincando sobre su polla, aplastandole con ese gran trasero, escuchando sus gemidos gritar su nombre a los cuatro vientos, su mente lo maquinaba y entonces se corrió cuando la sola idea de tenerlo chupandole la polla se atravesó en su cabeza.

—Carajo —Observó su mano manchada de su propia esencia.

Se relajo en el suelo, respirando grueso sin entender que acaba de pasar, se había masturbado pensando en la mariposa de su hermanastro.

—Ugh, ¿qué mierda me pasa?

Secreto | TaeKookWhere stories live. Discover now