Gorgeous - Satoru Gojo x OC

09. Sueña conmigo

—La verdad es que no —admití —Pero es algo que debo hacer.

—¿Tienes técnica ritual? —preguntó Satoru —Asentí en su dirección —¿Pones tu energía maldita en tus puños? —negué y él me alzó las cejas como pidiendo una explicación.

Apreté mis puños y los moví en su centro, de lado a lado —Si golpeo, acumulo energía maldita, pero si me golpean, me la roban —simplifiqué —Es una técnica maldita de acumulación, absorción y descuento.

Jamás había visto tal expresión de sorpresa en Gojo —¿Y qué invocas?

—Pues —miré mis manos, extendí los dedos y volví a hacerlos puños para intercalar mirada entre los tres chicos —Si recibo más de lo que doy, o sea, que si hago más daño del que me hacen a mí —hablé despacio —Puedo usar magia de fuego, protegiéndome con la energía robada.

—¿Qué? —ambos mejores amigos dijeron al mismo tiempo. Su sorpresa era un poema, mientras Nanami escuchaba de brazos cruzados atentamente, él ya lo sabía, ya se lo conté.

—Y si recibo más del daño que doy —los miré —No lo sé realmente en su totalidad, porque solo lo he experimentado una vez —expliqué con calma —Pero puedo usar magia de hielo, la cual puede detener hemorragias si la uso en mi misma. Y creo que tiene una finalidad más defensiva, mientras que la otra es de ataque —dije convencida.

—¿Crees? —Satoru estaba inclinado hacia mí sobre la mesa, me miraba espantado —No es una técnica normal.

Suguru tenía el ceño fruncido y su boca estaba entreabierta —¿Cómo se llaman tus padres?

—¿Qué categoría eres? —cuestionó Gojo.

—Cuatro, obviamente —reí.

—¿Qué te pasó que tuviste que detener una hemorragia con hielo? —insistió Satoru, casi trastornado —¿No vivías en un pueblo? ¿Qué podría pasar en un pueblo que te lleve a tomar una decisión así?

—No te estreses, por favor —reí —La cosa es —hablé con gracia para aligerar el tema —Que como no sé organizar mi propia energía maldita, solo puedo usar una de las dos técnicas por pelea, porque si no, tendría un déficit y probablemente moriría —conté con diversión —Así que primero suelo pelear cuerpo a cuerpo y ahí, cuando ya descubro la naturaleza de la maldición, escojo una de las dos técnicas.

Satoru me miraba pasmado —¿Por qué Yaga no te ha hecho entrenarlo? —cuestionó casi ofendido —Tu técnica es demasiado peligrosa para que lleves cinco meses en la escuela y aún no te hicieran entrenarlo. ¿Tú lo pediste así?

—Independiente de si tu familia no quisiera, sensei debería hacerse cargo —habló Suguru extrañado, ambos miraron a Nanami.

—No hemos tenido misiones realmente complejas como para que las llegue a usar... hasta ahora —completó.

Apreté los labios —Por eso no me gusta contarlo, todo el mundo reacciona así —murmuré con pesar —Como si fuera lo más peligroso.

—Kaori —el chico peliblanco frente a mi pronunció cada letra de mi nombre con un tono que me reprendía —Es porque lo es.

—Nunca escuché un ritual así —reflexionó Suguru, apoyando sus brazos sobre la mesa y mirándome con una sonrisa.

—¿Y qué invocas? ¿Solo magia?

Miré a Satoru —No.

—¿Hay más? —no se lo creía —¿Tienes dominio?

—Obviamente no —contesté de inmediato —Apenas ahora estoy descubriendo cómo funciona la energía maldita —arrastré la silla hacia atrás y me levanté, apoyando mis manos en la mesa —Por favor, no se lo tomen tan seriamente.