Gorgeous - Satoru Gojo x OC

26.Otra mentira más

Mis ojos se abrieron muy despacio, tapé mi boca al bostezar mientras me acomodo al medio del asiento trasero, abrazándome a mí misma cuando mi cuerpo es consciente del frío que hace.

—Despertaste —conecto la mirada con Ijichi san a través del espejo retrovisor —Está lloviendo.

Miro hacia mi izquierda, para ver mejor las gotas que chocan contra la ventana, está nublado, pareciera un día normal de invierno.

Reviso mi celular; Ningún mensaje —...Tengo mucho frío.

Enseguida, él enciende la calefacción dentro del auto —¿Cómo te sientes? —pregunta con una amable sonrisa en su rostro.

Pienso unos segundos en mi respuesta y viene a mi cabeza el recuerdo de todos mis amigos, mezclado con un sentimiento intenso de celos y enfado por haber tenido que alejarme de ellos. ¿Cómo se sentirán cuando sepan que me fui así como así? ¿Habrán recibido mi nota? ¿Bastará? solo imaginar todos las memorias que construirán mientras estoy lejos... ufff... la ansiedad me ataca inmediatamente. ¿Qué irá a pasar en mi ausencia?

—Más allá de la pena por no haberme despedido, estoy bien —miro al frente, perdiéndome unos segundos en el vaivén de los parabrisas despejando el vidrio delantero, me toca tan profundo la tristeza al recordar lo último que vi de Satoru.

—¿Y por cuánto tiempo te irás? —pregunta sin apartar sus ojos del camino.

—Aún no lo sé, espero que pronto o todo el mundo me olvidará —suelto una risita amarga.

—Eso no pasará, no te preocupes.

Me acomodo hacia él, impulsada por estas ganas que había tenido de compartir una conversación a solas con Ijichi desde hace mucho tiempo.

—Ijichi san, ¿Por qué eres asistente si tienes energía maldita? —Hacemos un leve contacto por el espejo retrovisor, noto como sus labios se aprietan, ¿lo habré incomodado?

—¿Nadie te ha contado esa historia? —pregunta nervioso y niego con la cabeza —Bueno... —empieza con cierta vacilación —Yo fui compañero de Gojo, Geto y Ieiri san...

—¿¡Qué!? —exclamé hacia él, haciéndole sobresaltarse —¿De qué hablas? ¿Por qué nadie me contó esto? —afino la mirada con desconfianza —¿Es una especie de broma?

Él ríe suave —No tenía talento para ser hechicero —contó mientras avanzaba hacia una rotonda por la carretera, la lluvia de repente se intensificó —Comparado a ellos, yo no era nadie.

—No digas eso —me lamento en serio de que piense así de sí mismo —¿Nadie te criticó por tomar esa decisión? —mi intención de esa pregunta va directamente relacionada a indagar la posibilidad de abandonar la vida de hechicero —Quiero decir... ¿Nadie se opuso?

Y fue como si él supiera hacia dónde quería ir, o al menos esa impresión me dio a mi. ¿Alguien le habrá dicho algo?

—Yo quería ser un hechicero, pero simplemente no tenía talento —me repitió —No le importaba a nadie, excepto a Gojo san.

—¿Satoru? —fruncí el ceño, intrigada —¿Qué te hizo?

—Me ayudó —afirmó con la cabeza —Creo que sus palabras fueron que era la mierda más inútil del mundo —rio con amargura —Así que saqué licencia de conducir y me convertí en asistente auxiliar de la escuela.

—Eso suena a algo que diría Satoru —vuelvo mi espalda al asiento, cruzándome de brazos —Aunque es muy cruel, incluso para ser él.

Ijichi comenzó a reír, sorprendiéndome de lo genuina que sonaba.