Capítulo 32

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Leah.

Cuando desperté me quede mirando a mi alrededor, Erick no estaba por ninguna parte, me puse una bata para cubrir mi cuerpo, sigo sin poder creer lo bien que reacciono Laila, se emociono tanto que tuvimos que caminar por el parque alrededor de una hora para que se le pasara la euforia, yo por mi parte me sentía liberada de no ser la única persona aquí que lo sabía.

Encontré una nota de puño y letra de Erick; "Salí, pero volveré pronto"

Cruce los dedos para que no regrese antes de que vaya al medico.

<<Laila me había dicho que como me había enterado, le conté que me hice una prueba pero entonces ella dudo.

—¿Y si esa cosa fallo?

—No lo creo—respondí y desde ese día agendamos una cita con mi ginecóloga para salir de dudas, lo malo es que tuve que esperar una semana.>>

Me fui a duchar y cuando recorrí la cortinilla de la ducha me mire de frente al espejo; entonces me recordé que hace unos días atrás estaba dudosa de tenerlo o no, pero al enfrentar a mi madre me di cuenta de lo valiente que puedo ser, y parte de esa valentía fue saber que un ser esta dentro de mi.

Decidí vestirme con algo holgado, desayune un poco de fruta picada y poco después llego Laila.

—¿Lista?

—No mucho, estoy nerviosa.

Pedimos un taxi por aplicación y durante los 15 minutos que tardamos en llegar me hice millones de preguntas, dudas que aparecían y desaparecían. Bajamos y nos adentramos en la construcción.

—Vas a pasar conmigo ¿no?

—Si quieres...

Esperamos poco más de 25 minutos en la sala de espera Erick me había llamado mas de seis veces, a las cuales no respondí.

—Sabes que si no le contestas se va a desesperar.

—No hagas que me ponga más nerviosa de lo que ya estoy.

Una llamada de Alec entra en el móvil de Laila aunque justo en ese momento, la doctora abrió la puerta.

—¿Leah? pase por favor.

Me volví en dirección a Laila con cara de; Por favor no respondas, ella me entendió y apago su celular.

Entre al consultorio le explique a la ginecóloga el por que estaba ahí.

—Si, es verdad que las pruebas pueden fallar, pero me has dicho que tienes síntomas, pasa a la camilla por favor.

Me recosté, la ginecóloga me coloco un poco de gel.

—Iba a mandarte hacer un examen de sangre, pero dada la información, si estas embarazada pues ya podría ver al feto, —pase saliva, no sabía que pensar. Pero en definitivo mil nervios están revoloteando en mi estomago.

La pantalla que se encuentra enfrente de mi, comenzó a mostrar una imagen de colores negros y grises, no veía nada; me giro a mirar a Laila con la intriga en la mirada, ella me mira con incertidumbre al igual que yo.

Tal vez la prueba fallo, tal vez no estoy embarazada...

Estoy a nada de hablar y preguntarle que es lo que sucede...

—Si notas aquí—señala con el apuntador de su computador—se puede notar el embrión—mi corazón comienza a palpitar de una forma más rápida. —en este momento el embrión mide tres milímetros, tienes alrededor de seis semanas.

Miro que Laila comienza a sonreír, suelto un suspiro de alivio, la doctora me da algunas vitaminas, y me recomienda el que me alimente de una forma correcta.

El móvil de Laila vuelve a vibrar, ella responde. Mientras ella esta al teléfono, yo voy a comprar lo que me recetaron.

—¿Todo bien?—le pregunto cuando vamos saliendo.

—Todos están paranoicos, pero no pasa nada ya les dije que solo queríamos tener un día de chicas.

Suelto un suspiro, debo de pensar en cual sería el momento perfecto para decirle a Erick.

—Vaya regalo que te dio Erick.

—¿A que te refieres?—le pregunto confundida.

—A que si tienes seis semanas, es obvio que quedaste embarazada el día de tu cumpleaños.

<<Puede ser, por esos días Erick y yo teníamos sexo casi todos los días>>

Pasamos por un helado que se me antojo, y camino al departamento de Laila iba pensando e imaginando ¿Qué sera? ¿Sabrá que soy su mamá?

—¿Y cuando tienes pensado decirle a Erick? En unas cuantas semanas el embarazo comenzara a notarse.

—Se lo diré después de que pase año nuevo, osea en dos días.

—¿Quieres que te consiga alguna cosita para que le des la noticia?

—Le mostrare las fotografías del ultrasonido.

—Se va emocionar mucho, ya lo verás.

—Eso espero, de verdad espero que se alegre.

Cambiamos de tema en cuanto abordamos el elevador. Laila abre la puerta y todos se giran hacia nosotras. Para terminar con el momento incomodo, se va directamente a besar a Alec.

—¿Todo va bien?—me pregunta Erick cuando me acerco a él.

—Si, ¿porque la pregunta?

—No, por nada solo que regrese al apartamento y no te encontré, te llame y no me respondiste.

—Supongo que deje el móvil en silencio.

Me da un beso suave en los labios, se separa al segundo y me mira a los ojos.

—Tienes un brillo especial en tu mirada.

Sonrió.

Pasamos ahí la tarde, cenamos comida china y Laila se tardo en convencer a Erick de que pasáramos ahí año nuevo.

—Bien, nos veremos mañana. —dice Laila mientras que me sonríe, abrazándome.

Camino a casa me la pase mirando por la ventana, hasta que sentí la mano de Erick en mi muslo, sonreí al sentir el tacto. Bajamos del auto y nos adentramos en el elevador.

—Sabes...—dice, mientras se coloca frente a mi. —por la tarde cuando no me respondías, me hizo pensar en esos días cuando me ignorabas.

Suelto una carcajada.

—¿Yooo?

—Si, me ignorabas y me hacías sufrir.

—No recuerdo eso.

—Pues entonces tienes una mala memoria, para desgracia de ti, yo me acuerdo de cada pequeño detalle.

El elevador se abre, ambos salimos.

En cuanto cierra la puerta del apartamento se vuelve a mi, tirando de su chaqueta.

—Recuerdo perfectamente el primer gemido que soltaste, la primera vez que estuvimos juntos.

<<Ya se para donde va esto...>>

No digo nada, solo me cuelgo de su cuello, mientras comienzo a sentir como me humedezco, he escuchado que las mujeres embarazadas tienen mas ganas.

Le saco la camisa y el me despoja de la ropa por completo, el cosquilleo vuelve a mi entrepierna, comienzo a contornearme a él, acaricia mi espalda; baja la mano hasta mis glúteos, mis piernas se aferran a sus caderas, rodeándolo y haciéndome sentir su dureza por arriba del pantalón.

Siento la suavidad de la cama en cuanto caemos en ella, se despoja de los boxers dejando libre su miembro, me relamo los labios. Pasa la cabeza entre mi sexo, logrando que la humedad aumente, me remuevo en la cama.

Me besa al mismo tiempo que comienza a penetrarme, soltamos un gemido al mismo tiempo.


Solo como amigos (+18) COMPLETO ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora