Extra Tres: La tormenta perfecta

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Kairi R

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Kairi R.K

Nerissa ya tenía 20 semanas de embarazo, casi cinco meses, y estábamos casi a mitad de camino, lo cual la ponía ansiosa y a mí nerviosa.

Verla mientras los días pasaban era maravilloso. Tenía momentos malos donde no quería siquiera hablarme porque se estresaba con ella misma, y momentos donde prácticamente se me tiraba encima.
Sin duda fue la etapa más rara que pasé en mi vida.

Una noche llegué del cuartel después de una jornada bastante pesada, y más porque ella no estaba para acompañarme.
Emma por suerte estaba cubriéndola a la perfección, y admito que me daba orgullo.

Lo raro fue que mientras cocinamos ella se alejó un poco de la mesada de mármol y se quedó inmóvil, como si algo le molestara.

—¿Estás bien? —pregunté viendo cómo sostenía su vientre.

—Sí, yo...—se quedó callada varios segundos y ni siquiera me miró—. No lo sé.

—¿Qué sientes? ¿Te duele algo?

No entendía nada y solo me acerqué a ella, apoyando mi mano sobre la suya.

—Algo está mal, lo sé. Sé que algo hice mal.

—No hiciste nada mal, cielo. Si pasa algo no será tu culpa. ¿Qué sientes?

—No quiero que pase algo —sus ojos se llenaron de lágrimas y solo se me apretó el corazón—. Nunca sentí esto y desde la mañana sé que no es bueno, no está bien.

—¿Por qué no me llamaste? Sabes que me estaría aquí en cinco minutos.

—Pensé que se me pasaría, pero se siente más fuerte.

Llevó mi mano a donde tenía la suya y presionó un poco para que sintiera su piel.
Una lágrima cayó por su mejilla y se veía totalmente desesperada al no saber qué hacer.

—Tranquila, Issa.

Después de unos segundos un golpe de ilusión me invadió por completo.

Sentí en mi mano un pequeño movimiento, y la sensación que me dio no se comparó a nada que hubiera experimentado antes.

—Está pateando —solté en voz baja, totalmente perdida en ella—. Es bueno, y demasiado.

Ella me miró con la boca entreabierta y después de unos segundos pareció respirar con tranquilidad.
Llevé su mano a donde yo estaba sintiendo esos movimientos e inmediatamente sonrió.

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