❝ Donde JungKook es un alfa solitario con 3 cachorros y TaeHyung un niñero muy lindo. ❞
↬ Kook top, Tae bottom.
↬ Romance, omegaverse, m-preg, mommytae, soft, fluff.
↬ Mención de: minimoni, yeonbin.
↬ Adaptación autorizada.
↬ Obra original...
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TaeHyung siempre había sido una persona segura de sí misma.
Odiaba cuando la gente era grosera.
Y también odiaba a la gente irresponsable.
Había crecido en una casa pequeña y una familia amorosa.
Su padre falleció en un accidente de tránsito y su madre se encargó de todos, a pesar de ser una omega con el solo trabajo de camarera.
Tal vez no creció en una casa grande, tal vez muchas veces el agua estaba helada porque no podían pagar para tener gas en la casa y muchas veces él tuvo que cuidar a sus hermanas por las tardes porque su madre tenía turnos extras; pero su infancia fue asombrosa. Su madre nunca le exigió crecer rápido, sino que le permitió lo que muchos no les dejaban a sus hijos cuando tenían problemas económicos. Le dio el amor suficiente a cada uno de sus hijos, por eso cada uno de ellos tenía un corazón enorme, en donde guardaban tanto amor que sus caras adorables lo demostraban.
Por otro lado, JungKook creció en un ambiente hostil, su padre era dueño de una empresa que próximamente heredó, pero al perder a su madre este se volvió cruel y frío. Nunca le permitió a JungKook ser quien él quería ser, nunca vio ninguna de sus pinturas —y vaya que era talentoso— le exigía ser un alfa fuerte y sin emociones, cuando este era como una masita llena de amor que solo quería abrazar a los demás.
A la tierna edad de 20 años el alfa terminó la universidad y a este se le exigió contraer matrimonio con una omega; una omega cruel y frívola. Aun así, a pesar de que JungKook pensara que era una mala persona, jamás la odiaría, y feliz le brindaría todo el dinero del mundo para que se mantenga feliz y alejada en su casa en Cuba; esto porque le brindó a sus hermosos cachorros.
Esos pobres cachorros... Quienes fueron abandonados por su madre sin siquiera pestañear. Esos pobres cachorros, quienes escucharon todos los días el odio de su madre; quien les repetía constantemente que ella no era su madre. La mujer pudo haberlos procreado, pero ella no era su madre. La omega no era la persona a la que podrían abrazar o llorar en su hombro, ella solo era la que los creó.
Una fría noche de noviembre la omega se fue dejando una nota en la cama y tomando todas sus pertenencias —y una que otra cosa valiosa de los cajones de JungKook— exigió sus cheques continuos y dejó un contrato de divorcio firmado, que pudo empezar a tramitar después de la muerte del padre de JungKook. El alfa por un segundo se sintió mal, pero solamente por sus cachorros, ya que no sabía cómo reaccionarían; pero después de ese segundo, JungKook sintió paz.
Inhaló y exhaló sin ese molesto olor a coco que ella dejaba.
Los cachorros solo asintieron con su cabeza y no dijeron nada, igual, ella nunca fue su madre.
TaeHyung se encontraba enfrente de la enorme casa, con un currículum en la mano y su mejor ropa, que consistía en un pantalón que no tenía hoyos que robó del armario de JiMin y un suéter suave de color azul marino.
