❝ Donde JungKook es un alfa solitario con 3 cachorros y TaeHyung un niñero muy lindo. ❞
↬ Kook top, Tae bottom.
↬ Romance, omegaverse, m-preg, mommytae, soft, fluff.
↬ Mención de: minimoni, yeonbin.
↬ Adaptación autorizada.
↬ Obra original...
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JungKook estaba enojado.
O bueno, no está enojado.
Estaba furioso.
¿Cómo se atrevía un beta a faltarle el respeto a su omega?
O en sí, el hecho de que este fuera un profesor y acosara a sus alumnos omegas. Esto era inaceptable.
El padre de JungKook pudo haber sido controlador y un padre terrible, pero siempre le enseñó a JungKook lo obvio:
Nunca toques a un omega o cachorro.
— Kookie... — TaeHyung técnicamente corría, con JungKook tomando su mano y dando pasos muy largos, que le dificultaban al omega seguirle el paso.
— ¿Qué? — dijo de forma fría y seca haciendo a TaeHyung soltar un chillido triste.
JungKook al darse cuenta de lo que estaba haciendo se detuvo justo enfrente de la puerta del director, abrazó a su omega y después dejó un beso en su frente.
— Perdóname, Tae. No consideré ni siquiera que ese idiota te insultó a ti — el omega se recostó en el pecho de su alfa suspirando.
TaeHyung sabía cómo se sentía que tus maestros fueran... imbéciles con sus alumnos.
Claro, nunca llegó a pasar algo fuera de una mirada o propuesta indecente, pero los maestros adoraban la mirada inocente de TaeHyung y su cara dulce, además de aprovecharse del hecho de que no había ningún alfa en su vida aparte de YoonGi, y YoonGi realmente no estaba en la vida de TaeHyung.
Cuando TaeHyung perdió a su padre, él supo que la protección y seguridad de tener un padre alfa en su casa se había perdido. Y eso le aterraba, su madre también era una omega, y sus hermanas cachorras que se presentaron después como alfas, pero realmente no podían ser la protección de TaeHyung.
TaeHyung tuvo que aprender a defenderse de los alfas y betas estúpidos que intentaban sobrepasarse con él.
Claro, cuando llegó MinJae a su vida, él de verdad pensaba que ese alfa lo cuidaría de la forma que un alfa cuida a su omega, claro que no lo hizo.
Pero todo cambió con JungKook.
JungKook y esos tres dulces pequeños alfas que lo protegían como su madre.
— Amor, tranquilízate — TaeHyung notó que JungKook temblaba.
— No me gustó que te mirara, que te tocara y que pensara en ti — el alfa marcó a TaeHyung con su olor — Nunca nadie debería de tratar a un omega de esa manera, nunca nadie debe de tratarte a ti así.
El omega levantó la cabeza y besó la mejilla de JungKook.
Juntos entraron a la oficina del director.
El director trató a JungKook como si fueran grandes amigos.
Porque técnicamente JungKook donó el gimnasio de la escuela.
