𝟓𝟐 𝐂𝐀𝐑𝐀𝐂𝐓𝐄𝐑𝐄𝐒 | Matías Recalt [✓]

━━ 𝟑𝟔

【𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟹𝟼】

𝐣𝐮𝐞𝐯𝐞𝐬, 𝟏 𝐝𝐞 𝐟𝐞𝐛𝐫𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟒

𝓓afne

𝐌𝐈 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙Ó𝐍 𝐋𝐀𝐓Í𝐀 𝐂𝐎𝐍 𝐔𝐍𝐀 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐍𝐒𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐃𝐄𝐒𝐁𝐎𝐑𝐃𝐀𝐍𝐓𝐄, como si intentara escapar de mi pecho, y un nudo se formaba en mi garganta, dificultándome respirar.

El beso entre Isadora y Matías se desarrolló frente a mis ojos como una escena surrealista, dejándome petrificada. Sentí como si el tiempo se detuviera y todo a mi alrededor perdiera su sentido. Un torbellino de emociones me invadió de repente, como una marea imparable que arrastraba mis pensamientos y sentimientos en todas direcciones. El nudo en mi garganta se volvía más apretado, como si mi cuerpo intentara contener la avalancha de sensaciones que me abrumaban.

La sensación de traición me golpeó con fuerza, como una ola que arrasa todo a su paso. ¿Cómo podía Isadora hacerme esto? ¿Cómo podía ignorar deliberadamente mis sentimientos y besar a Matías justo delante de mí? En ese instante, me sentí perdida y vulnerable, sin entender cómo todo había llegado a ese punto. Lo peor de todo era que Matías y yo nos habíamos besado; que había conexión y tensión entre nosotros, e Isadora lo sabía. La confusión y el dolor se mezclaban en mi interior, dejándome en un mar de emociones contradictorias.

Isadora era más que una simple amiga; era alguien en quien confiaba plenamente. Por eso, presenciar cómo se acercaba a Matías, a sabiendas de mis sentimientos por él, fue como un golpe en el pecho.

No lograba comprender cómo Isadora pudo actuar de esa manera, cómo pudo ignorar mis sentimientos y traspasar esa línea tan delicada entre la amistad y la traición. Sentí como se burlaba de mi confianza, como si pisoteara los lazos que nos unían sin siquiera percatarse del daño que causaba.

En aquel momento, la imagen de nuestra amistad se tambaleaba, como un castillo de naipes a punto de desmoronarse ante la más mínima brisa. Era como si Isadora hubiera roto algo entre nosotras, algo que ya no podía repararse con simples palabras.

Aquella acción, aparentemente insignificante para ella, resonaba en lo más profundo de mi ser. Aquella noche, la confianza que había construido con Isadora se desvaneció, dejando un vacío en mi corazón.

Y, por supuesto, también me sentí traicionada por Matías.

Inicialmente, él parecía incómodo, como si estuviera intentando alejarse de la situación. Pero luego, inexplicablemente cedió y siguió el juego de mi amiga, correspondiendo a su beso. Fue como si todo lo que pensaba que sabía sobre él se desmoronara en ese momento.