Capitulo 21.

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Creo que tanto yo como Matías dormimos tres días seguidos sin descanso para recuperar energías.

-La fin me siento humano.-Grito Matías moviendome.-Ya levántate, alfa perezoso, apura vamos, vamos.

- Matías quieto.-Susurre, odiaba las sacudidas mañaneras y Matías las adoraba.

-Vamos, si no te levantas me voy a tirar sobre ti.-Se quejó y abrí los ojos.-Buenos días.

-Buenas noches, quiero seguir durmiendo.-Matias me golpeó.

-Alfa prometiste que iríamos a buscar casa, vamos ya, alfa ya no quiero estorbarles a tus papás,quiero hablar con mi madre y si tú no te levantas no podemos hacer nada de eso.-Me sacudió de nuevo y me senté.

-Matias voy a.-Matias piso sus labios contra los míos y yo lo abracé.

-¿Vas a qué?.- Me preguntó sonriente.

-Nada Omega, ya se me olvidó.-Sujete su cuerpo y lo senté en mis piernas.-Ya estoy despierto.-Le susurré en el oído.

-Yo quería despertarte a tí, no a ésto.- Matías aplastó con su mano mi entrepierna provocando que me hiciera para atrás del dolor.

-Ay...Ay... Me dolió.-Me quejé.- Matías Recalt , eres un grosero de mierda.- Matías puso cara de inocente y se levantó.

-Duchate, te espero con tus padres abajo.

- Matías te voy a matar.-Grite viendo que se iba riendo.

Baje después de un rato y le ví con mala cara.-Buenos días mamá, papá, Edu.

-¿Por qué estabas gritando que lo ibas a matar?.-Me golpeó mi madre con su mano en la cabeza.

- Hay, mamá puedes no golpearme, ya me abollo lo suficiente, tu Omega favorito.-Me senté enojado en el comedor.

- Perdón.-Dijo Matías y yo le mire mal.

-No, vete a pedir perdón a alguien más.-Le saque la lengua.

-Enzo.-Mi madre me regaño, si me había dolido, nadie me entendía, no podía decirle a mi madre que Matías había aplastado cosas que no debía de forma grosera con su manota.

Así qué comimos y mamá con Matías recorrían las casas en venta de los alrededores.-¿ Hijo estás bien?.

- Si papá, miró a esos dos omegas locos, juntar a mamá y Matías , es como juntar a Bonnie y Clyde, me dan miedo juntos.- Papá se puso a reír.

-Entiendo el sentimiento, ¿Ya han hablado con la mamá de Matías?.-Negue.

-No, Matías sigue evitando el tema, lo menciona dice.-Remede.- Tenemos que hablar con mi mamá, pero a la final nunca hablamos con ella, Matías le manda unos cuantos mensajes pero sigue sin atreverse a decirle nada aún, estoy intentando respetar la decisión de mi Omega papá, pero no me quiero ganar el odio de su madre, me lo traje aquí a Montevideo, sin siquiera consultarlo con su madre.

-Lo mordiste mucho antes de siquiera hablarlo con su madre.- Acotó mi papá.- Mirá Matías va a querer estar a tu lado, eres su alfa y has demostrado que lo amas por eso está tan apegado a ti, no va a querer estar lejos de ti,por eso no quiere decirle a su madre que ha decidido venir a Uruguay, tiene miedo y es necesario qué le des el empujón que hace falta, ustedes dos deberían viajar a Argentina hablar con su madre y regresar a Uruguay, si no lo hacen mientras más pase el tiempo más difícil será para los dos irse de aquí, cuando empiecen a vivir juntos y hagan una familia, aún que solo sean los dos por ahora no se les hará tan fácil.-Suspiro.- Te voy a explicar una cosa con los años y el vínculo con un Omega,los padres siempre pasamos a segundo plano, por qué tú madre y yo no somos familia de Matías, ni siquiera somos ya tu familia completamente por qué el instinto es asi.-Señalo.- Más no de forma literal, Camí y yo siempre seremos tus padres y estaremos listos para castigarte.

-Si papá, entiendo.-Sonrei.

-Pero bueno por tu vínculo con el , el es ahora tu familia, nosotros somos los secundarios en su historia y mientras ese vínculo se fortalece más, las necesidades van cambiando, aún no te ha golpeado fuerte el compromiso Enzo.-Se burló mi padre.-Por qué todavía no tienen un lugar al que puedan llamar suyo, cuando te mudes con el, créeme que lo que menos van a querer es salir de la casa por un tiempo, así que antes que esto de la convivencia marital te golpeé de verdad, lleva a tu Omega a hablar con su madre.

-Lo haré papá.-Asenti.

-Enzo ven, nos dejarán conocer esa casa.-Matias señaló una casa blanca, casi tan grande como la de mis padres.

-Vamos entonces.-Al entrar al lugar Mati recorrió el terreno sonreído, entro a la casa blanca, de suelo en baldosa de color hueso y al fondo unas gradas que llevaba a los cuartos.

La casa tenía cuatro cuartos, una piscina, Matías estaba demasiado emocionado.-Uy hermano tu Omega tiene ganas de darte muchos cachorros por tantos cuartos.

Me reí, Matías era feliz, la casa no importaba, en cualquier lugar donde el estuviera yo sería feliz.

REFLECTORES EN EL HIELO.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant