LA REINA DEL FUERTE | 𝗗𝗔𝗡𝗜𝗟𝗢 𝗦𝗔𝗡𝗖𝗛𝗘𝗭

𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡.

| FELÍZ CUMPLEAÑOS.

» 𝗡𝗜𝗖𝗢𝗟𝗘 𝗖𝗔𝗡𝗖𝗜𝗡𝗢𝗦 𝗣𝗢𝗩.

El continúa disfrutando del pebete y en un acto que me pareció todavía más hermoso, le compartió un pedacito al perro con el que estaba hablando.

Me siento de cuclillas junto a él, imitando su posición. Suelto un suspiro pesado, no quería interrupirlo mientras comía, pero tampoco tenía intenciones de que el silencio se volviera incómodo.

-¿Querés jugo? -Le pregunto.

Él asiente en respuesta, aunque levanta una ceja con duda.

-No tenía vasos la señora, así que mandale del pico, tranqui. -Aclaro, lo que parece provocarle más confusión.

-¿Qué onda que te pinta lo buenita? ¿Segura que no tiene veneno todo esto? -Dice con diversión sin haber terminado de tragar.
De no ser porque me está cayendo mejor lo hubiera re descansado por esa acción, pero bue.

-¡Ay, no! ¡Yo sabía que me olvidaba de algo! -Exclamo con una preocupación fingida. Este me mira, curioso por mi acción.

-¿De qué te olvida'te? -Pregunta con meras intenciones de chusmear porque estaba claro que no le importaba la respuesta.

-Me olvidé de envenenarlo. -Digo con sarcasmo y pongo una falsa cara de pena.

Le extiendo el jugo mientras ambos nos dedicamos a reír.

«Que melodía tan preciosa y adictiva es el sonido de su risa.»

Siento un cosquilleo en mi estómago y trato de controlar mis impulsos lo mejor posible para no arruinar esto como con Kiru, pero se me está haciendo bastante difícil esa tarea.

» 𝗗𝗔𝗡𝗜𝗟𝗢 𝗦𝗔𝗡𝗖𝗘𝗭 𝗣𝗢𝗩.

Dio', que preciosa la sensación de llena' con algo mi panza despué' de no haber comido nada por do' día.

Esta boludita le pinta aparecer justo cuando la necesito, e' mi ángel de la guardia esta wachina. No porque espere que me traiga comida, en sí esto' día' que no no' vimo' la extrañé tanto.

Yo sé que se 'taba quedando en lo de Kiru, pero despué' de lo que pasó en Linier' no quería romperle la' bola' y que no me quiera ver nunca má'. Encima que ya me había re costado acercarme má'.

Me sorprendió bastante que me dejé tomar su cepita, del pico encima, me re llena el corazón de amor cuando se pone así cariñosa, esta sucia me tiene mal.

Trato de no mirarla tanto, me pongo a fija' mi vista en una piedrita del piso mientra' sigo apoyado en la pared de la casa del Hugo. Igual y sin mirarla, siento como se para de su lugar y se pone enfrente mío, poniéndose a mi altura.