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Se encontraban sentados sobre la cama de Rindou, con Rindou en medio, Sanzu se quejaba de dolor mientras Rindou le limpiaba las heridas y Ran refunfuñaba.

— Ran pide perdón... — dijo Rindou mirando a Ran.

— Jamás... — musitó molesto.

— Ran, Sanzu no te hizo nada. — acarició la mejilla de Ran y la besó. — Anda hermanito, por favor...

— ¡Estaba encima tuyo Rindou! — gritó Ran abrazando a su hermano. — Y cuando estábamos en la reunión te llevo sin mi permiso.

— Ran... Tuve un ataque de ansiedad... Sanzu me trajo para que me calmara... Me abrigo, me abrazó y me arrullo para calmarme... No debes ser así de grosero... — habló con suavidad para calmar a su hermano mayor.

— ¿Hablas en serio?... — miró como Rindou asentía y luego miro a Sanzu en silencio. — Gracias supongo... Rin se pudo haber lastimado si no lo detenían...

Sanzu con atrevimiento abrazo a Rindou y jalo levemente hacia abajo el labio inferior de Rindou.

— Lo sé... No logré que no se mordiera... Pero esta calmado y ya comió algo, así que no te preocupes... — soltó a Rindou y al estar por levantarse fue llamado por Ran.

— Hablemos afuera... — salió del cuarto de Rindou tirando del brazo de Sanzu para sacarlo más rápido.

Al salir y cerrar la puerta miro a Sanzu con el ceño fruncido. Con odio y calma Ran tomo a Sanzu de los hombros y lo sacudió.

— ¿Que es lo que quieres de mí hermano idiota? — habló Ran con el ceño fruncido.

— Volver a ser su amigo... Me gusta Rindou... — susurro lo último con miedo. Como respuesta recibió un empujón.

— ¡Mentiroso! ¡Solo quieres jugar con él! Te conozco Akashi... — enojado miro a Sanzu a punto de golpearlo. Se detuvo al ver una lágrima resbalar por la mejilla de Sanzu.

— Cuando Rindou se alejó de mi lo pensé bien... Me di cuenta de que en verdad me gustaba y que lo que sentía por Manjiro era admiración... Estuve días triste por su ausencia... Ni siquiera la ausencia de Mochi o de mis hermanos me puso tan triste como la de Rindou... Ran... Te suplico me perdones y me dejes volver a estar con Rindou... Juro que lo cuidaré. — lágrimas resbalaron por sus mejillas, el llanto de Sanzu inundó el pasillo vacío en el que el único espectador era Ran y un cuadro familiar.

— Una última oportunidad... Lo lastimado y te mato Haruchiyo... Te he permitido mucho... — se retiró de aquel pasillo en silenció.

Sanzu entro a la habitación y abrazo a Rindou mimandolo un poco. Esa tarde Sanzu no se quería despegar de Rindou, estaba feliz de estar con él.

Unos días después en la habitación del pelirosa se escuchaban unos suaves sollozos e hipidos ¿Como había llegado a eso de nuevo? Fácil, Manjiro

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Unos días después en la habitación del pelirosa se escuchaban unos suaves sollozos e hipidos ¿Como había llegado a eso de nuevo? Fácil, Manjiro. Ese ser de maldad le había gritado a Sanzu, y Sanzu podría desafiar a cualquiera, pero a Manjiro le tenía demasiado miedo. No sólo le gritó, lo abofeteó y lo degradó verbalmente.

Miradas |Rinzu|Where stories live. Discover now