Sasuke, un joven estudiante de Kinesiología, descubre que una de sus compañeras stalkea su Instagram a través de una cuenta secundaria; Sakura, una intrigante chica que padece una monótona ansiedad.
Sasuke decide imitar este gesto y crear un segundo...
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No sé cómo llegué a la decisión de crearme una cuenta secundaria, pero ya estaba hecho.
Supuse que Naruto había terminado por convencerme de alguna forma, o la madrugada me había afectado desde el aburrimiento. Pero fuera una cosa, o la otra, o ambas; comenzaba a creer que yo era el verdadero hipócrita en todo este tema. Estaba indignado conmigo mismo, pero fingí demencia porque la curiosidad me podía. Esa era la verdad.
Ahora, mis verdaderas intenciones estaban ligadas sólo al hecho de averiguar este segundo perfil de la Haruno y confirmar qué parte de la tortilla era la correcta: mis suposiciones, o las de Naruto.
Sí... más allá de eso, no tenía otro objetivo en realidad. Y mucho menos tenía pensado hablarle. Sólo stalkearla una vez para examinar el tipo de contenido que publicaba en su perfil y ya está.
Pero en fin, como bien sabía que mi orgullo no me permitía que mi cuenta oficial de Instagram siguiera la secundaria de la pelirrosa, este nuevo perfil llamado @sssdark_boy se encargaría de ello.
Qué nombre de mierda.
No sabía qué foto de perfil colocarme. Busqué en Pinterest, la tremenda vieja confiable, pero a pesar de que habían bastantes imágenes del mismo estilo de la pelirrosa que llamaban mi atención, opté por algo más necio y simpático: la imagen de un gato fingiendo ser ahorcado por un plátano, pues no se me ocurrió otra cosa al igual que la descripción. Además, comencé a darle follow a muchas cuentas aleatorias para no parecer tan sospechoso.
Fua, pareciera que hasta lo tengo todo casi calculado, pensé. Y creía que la turbia era la Haruno.
Bueno, a ver, aún no tengo nada comprobado. Así que sin rodeos, comencé a seguirla en la red social, y bastó alrededor de media hora para que ella aceptará mi solicitud. Creí que existiría la posibilidad de que me diera el follow de vuelta, pero con el traspaso de otros pocos minutos, asumí que esto no sería así. Pero vale, ya tenía acceso a su perfil.
Sin embargo, esto no me otorgó mayor aporte. Como ya lo había corroborado anteriormente, ella no tenía publicaciones, sólo un conjunto de historias destacadas en las que indagué, pero que no sumaron relevancia; paisajes, el enfoque a objetos como cuadernos, plantas, café a buenos ángulos, posts de Instagram y algún que otro meme. Me extrañó no hallar ninguna historia en donde se pudiera apreciar su cara o algo que delatara su identidad, por lo que comenzaba a creer que verdaderamente este perfil secundario tenía la intención de estar ciertamente en anonimato.
Pero no fue hasta que avancé a las historias destacadas más recientes, y vi que una de ellas había sido publicada hacía no más de una semana. Era una imagen que enfocaba tímidamente la zona izquierda de su rostro, en donde se apreciaba fácilmente su cabello rosa y parte de su nariz, ojo, y sus labios asalmonados.
