CAPÍTULO III

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Hace unos meses antes de la invasión China.

Eunji.

Estoy encerrada en cuatro paredes, todo está oscuro. Cierro los ojos para recordar a mi Tae, su lindo rostro...

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que me han secuestrado, pero ha sido suficiente para olvidar su suave voz. Duele, pero si lo vuelvo a ver temo que no me ame como antes.

¿Habrán pensado que los abandoné?

Yunho... ¿Cuánto habrás crecido?

Abren la puerta de golpe.

- Es bueno que sigas viva - Entran esos tres malditos secuestradores - ¿Recuerdas que toda esta sala estaba llena de perras como tú?

Lo miro fijamente. Estoy sentada en el suelo.

Sí, esta habitación con olor a humedad y a desechos humanos estaba  llena de muchas mujeres que compartían una situación similar a la mía.

- Se convirtieron en juguetes para nuestro capitán - Se me tiran encima - ¡Pero nosotros también nos queremos divertir!

Empieza el forcejeo, son muy fuertes y tratan de amarrarme. Sentir sus manos por mi cuerpo me da mucha cólera con náuseas.

- ¡Suéltenme! ¡Ayuda! - Es inútil. Muy rara vez veo la luz del Sol, me siento débil.

Uno de ellos comienza a lamerme la cara, trato de alejarla de su asquerosa lengua.

- Serás mi linda perra - Esas palabras cerca de mi oído me revolvieron el estómago.

Mis ojos se llenan de lágrimas...

No dejo pasar la oportunidad de morderle la oreja cuando vi su cercanía.

Disfruto su grito de dolor.

Aprieto fuertemente mientras saboreo su sangre. Estoy llena de ira.

Caigo al instante, alguien pateó mi cabeza.

- ¿Tres cerdos contra una mujer? - Lanzo una leve risita - Cualquier cosa tiene más pantalones que ustedes tres idiotas juntos.

Alcanzaron amarrar mis manos. Siento como algo lentamente baja por mi frente.

Sangre.

Observo al qué mordí.

- ¡Maldita zorra! - Posa su mano en su oreja para después observala llena de sangre - ¡Me las vas a pagar!

Saca su espada.

Supongo que este es mi fin... En mis últimos años solo vi como asesinaban a mis compañeras de celda, como abusaban de ellas. Tarde o temprano me iba a ocurrir esto a mí.

- ¡Te voy a matar! - Escucho su grito mientras cierro los ojos y espero mi muerte.

- ¡Detente! - Abro mis ojos.

- ¿Qué haces aquí, cadete? - Lo confronta uno de los sujetos.

- ¡El capitán la quiere con vida! Ordenó que se la lleven al trono del emperador.

***

- Dime, Capitán Ogtbish, tantas vidas sacrificadas en diferentes misiones fracasadas. - Estamos en una gran sala, debe ser un tipo de reunión y el viejo que está hablando debe ser su emperador - Dime cómo puedo seguir financiándole si te has vuelto un pésimo estratega.

No hay muchas personas, sin embargo algunas me miran con asco. Mi apariencia no debe ser la mejor.

- Oh, gran Emperador Batbayar... - Se arrodilla alguien ante él - Esta vez no fallará mi plan ¡Lo juro!

Reyes de las EstrellasWhere stories live. Discover now